Abdomen

Abdomen plano sin ejercicio: alimentos que ponen dura tu “panzita”

RevistaFucsia.com, 11/12/2011

El molesto “gordito” de escritorio no quiere desaparecer. Tomas litros de agua, haces abdominales o, sinceramente, no mueves un dedo y sueñas con que se vaya como por arte de magia. No estás tan lejos de la realidad: existen alimentos milagrosos que te ayudan a reducir la grasa del abdomen, solo tienes que abrir la boca.

Foto: Thinkstock

¿Marcar abdominales a punta de comida? Tan celestial como eso, no. Lo que sí es cierto es que existen potentes alimentos metabolizadores de la grasa localizada en el área del vientre, que no solo permiten una mejor digestión sino que reducen considerablemente el poder dañino de aquellas sustancias que ingerimos y que debemos desechar con rapidez.

Si quieres conseguir un abdomen de ensueño (o por lo menos, menos flácido) sin matarte de hambre, alista el carrito de mercado e incluye estas comidas en tu compra semanal:

•    Naranja:
En pulpa, en tajadas, en jugo.... métele un mordisco a esta deliciosa y jugosa fruta que tiene increíbles resultados positivos en la salud del organismo y en la eliminación de la celulitis, otra de las consecuencias de la acumulación de toxinas en el vientre. Pon a “mover” la grasita del abdomen y aprovecha el ácido cítrico de la naranja: depura, desinfecta y excluye las sustancias de difícil metabolización. Limpia el hígado, quita el estrés y la depresión.

•    Legumbres: Otras de las encargadas al momento de “construir” músculos. Si no sufres graves trastornos del colon, inclúyelas en tu régimen alimenticio por lo menos 3 veces por semana. Tienes un amplio abanico de opciones: fríjoles, lentejas, garbanzos, habas, entre muchos otros alimentos de este grupo. Éstos aceleran la digestión, depuran el organismo, queman grasa y previenen enfermedades del corazón gracias a que regulan la presión arterial. Legumbres igual a vientre plano.

•    Almendras:
Cuerpo, mente y corazón. Reduce el conocido “colesterol malo” y los triglicéridos, lo que además sirve como escudo protector contra enfermedades cardiovasculares. No te dejes engañar por la sensación grasosa que queda en tus dedos cuando las consumes: el aceite natural de esta semilla es la clave para fortalecer las paredes abdominales o, si  también es tu caso, ayuda a la pérdida de masa muscular. Cómetela con la cáscara, otra que también contiene poderosos nutrientes. Quita el hambre, calma la ansiedad, previene las arrugas y es usada en las dietas para bajar de peso.

•    Pescado:
La grasa abdominal tiene un  nuevo enemigo, la comida de mar. El omega 3 de este tipo de delicias marinas, sobre todo del pescado, disminuye los niveles de colesterol y reduce el apetito. Recuerda que nosotras las mujeres sufrimos de una terrible sentencia: las zonas corporales donde la grasa se ubica con mayor facilidad son el abdomen, los muslos y la cola. El pescado, (preferiblemente hecho con hierbas) “corta” con la grasa que ingerimos en otros alimentos  y que se postran particularmente en estos lugares de la anatomía femenina.

•    Espinacas: Neutraliza los radicales libres, por lo que es óptima para desacelerar el proceso de envejecimiento. Tu piel no será la única agradecida con un mayor consumo de esta verdura: es además utilizada para combatir el cáncer y la osteoporosis. La molesta celulitis que aparece en la zona del abdomen, encuentra a este alimento como su principal combatiente.



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