No sería la primera vez, pues en su look para el desconectado
usó unos enormes dientes y lentes, semejando las mutaciones de la cantante de
'Poker Face'.
Estas mutaciones no hacen más que confirmar su lucha por salir del estereotipo de chica Disney y crear su personalidad, a partir de la rebeldía, especialmente con los símbolos que la hicieron famosa en el pasado. Sus críticos la han tachado de vulgar, triste, solitaria y fuera de control.
Para Ellis Cashmore, autor del libro
Celebrity Culture,
su
comportamiento desenfrenado obedece a una especie de terapia de choque
para reconstruir ante el público su imagen en esta nueva etapa:
“es una estrategia de gana-gana. No ha dejado de estar en las noticias
desde entonces. Basta mirar el crecimiento en las ventas de sus discos,
que evidencian su éxito comercial. Quizá siguió el ejemplo de Madonna en
los ochenta, usando el escándalo como vía para captar la atención”.
Lee más en 'Miley Cyrus, ¿rebelde con causa?'.