¿Por qué aparecen, cómo pueden eliminarse y qué consejos y tratamientos debes seguir para prevenirlas y evitar su progresión? Encuentra todas las respuestas aquí.
Aunque comúnmente les digamos “arañitas”, las varices no son tan tiernas como suenan. Además de acomplejarnos a la hora de mostrar las piernas, también pueden llegar a ser muy dolorosas y molestas hasta el punto de convertirse en un grave problema circulatorio. Aquí te contamos todo acerca de ellas, ya sea para que sepas cómo tratarlas o mejor aún, cómo prevenirlas.
Qué son
Según el Instituto Nacional de Corazón, Pulmones y Sangre de Estados Unidos las várices son venas inflamadas y retorcidas que se pueden ver bajo la superficie de la piel. Aunque con frecuencia aparecen en las piernas, donde son más visibles, también pueden darse en otras localizaciones. La sintomatología que pueden presentar es dolor, piernas pesadas (sensación de presión), aparición de más venas superficiales, edema en los tobillos, alteración del color de la piel más oscurecida, enrojecimiento, sequedad y picor.
Tipos
Lo cierto es que no todas las varices son iguales:
Por qué aparecen
Además de ser comunes entre la población general, lo cierto es que las varices son más frecuentes en las mujeres. Y según los expertos, la causa es multifactorial: hay un componente genético y otro de hábitos de vida. Pero la explicación física se debe a un fallo en el sistema de las válvulas que ayudan a que la sangre suba por la pierna y no vuelva a bajar, esta es la causa principal de la aparición de las varices. Al no bombear de forma correcta y eficiente, la sangre se acumula y queda estacionaria, aumentando la presión venosa y dilatando aún más la variz.
¿Eres propensa a sufrirlas?
Como mencionamos anteriormente, existe un componente genético, por lo que las mujeres con antecedentes de varices e insuficiencia venosa en su familia son más propensas a padecerlas. Pero también existen factores que pueden favorecer su aparición, como el embarazo, la obesidad, la menopausia, los anticonceptivos orales, la edad, y la falta del movimiento, entre otros.
¿Cómo tratarlas?
Las várices se tratan con cambios en el estilo de vida o dado el caso con procedimientos médicos. Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, prevenir las complicaciones y mejorar el aspecto físico, así que si experimentas mucho dolor, coágulos o problemas en la piel, seguramente esta será la ruta que tomará tu médico. Ten en cuenta que aunque esta opción suene idónea para las que queremos hacer desaparecer a las molestas “arañitas”, los tratamientos no impiden que se formen de nuevo. Por eso es importante la prevención y el mantenimiento para evitar que progresen a más.
Mejora tus hábitos
A menudo el primer tratamiento para las várices consiste en cambios en el estilo de vida. Estos cambios pueden evitar que las várices empeoren, disminuir el dolor y retrasar la formación de más várices. Entre ellos están: