Cuando optas por cambiar varios paradigmas morales y de trato con los demás para sentirte mejor y ser poderosa, estás pasando por lo que coloquialmente se conoce como el paso de niña buena a bruja. Pero ser malvada no es solo cuestión de actitud: también debes cuidar de lo que se alimenta tu estómago y tu alma.
Para ser una bruja hecha y derecha, es indispensable que des un giro de
180° a tus actitudes y, sobre todo, costumbres, aquellas donde reposa la
comodidad y el temor por el cambio. Esta es la principal base para
dejar de ser la niña dulce y buena que te impide avanzar, teoría
propuesta por la escritora Ana Von Rebeur.
¿Qué hay de bueno en
ser tan buena? Las ventajas de ser “mala” van desde dejar de ignorar tus
deseos por pensar en los demás hasta estar en forma sin sacrificarte.
Sigue el régimen alimenticio y de actitudes para vivir desde tu estómago
las bondades de ser una “arpía”
Cuerpo
• Come lo que te dé la gana: Además
de pensar en cómo actuar para que los demás te acepten, ¿también debes
preocuparte por cómo verte para agradar a tus amigos y pareja? La
seguridad no nos la da un halago por nuestra figura sino qué tan bien
nos sentimos (y lucimos) aquello que nos ponemos.
• Fuera loza sucia: La
verdadera bruja, según Ana, no cocina como si se tratara de un trabajo
pesado antes y después. Comer no tiene por qué darte mucho trabajo ni
dejar torres de vajilla sucia detrás de ti. La bruja real hace una
dieta que le lleve minutos, no su vida entera. Si estás comiendo sola,
prepara unos sanduches, ensaladas o frutas exóticas que ayudan a tu
organismo.
• Carnívora hasta los huesos:
La mujer que es capaz de comer una carne ¾ y le pide al camarero que
le traiga un filete casi sangrando, está transmitiendo un mensaje: “soy
carnívora y no me importaría comérmelos vivos a ustedes también”. Llama
la atención comiendo lo que mejor podemos comer: un cuadrúpedo.
• Platos creativos y estimulantes: Si
por almuerzo o cena siempre tienes una caja de pizza, una hamburguesa o
frituras con gaseosa, no solamente harás estragos con tu salud, sino
que todos aquellos alimentos ricos en grasas menguan las energías de tu
cuerpo y terminarás postrada en la cama o silla sin hacer nada
productivo. Punto para las dietas ricas en verduras y proteínas.
• Bruja sobria, vieja borracha: Mantente
consciente de lo que haces y vas hacer. Esto te da un control sobre
todo lo que pase alrededor, más si eres la única con los 5 sentidos. Si
estás en una velada romántica o en una cena especial con alcohol de por
medio, sorprende ordenando un vodka o cualquier trago fuerte, solo para
impresionar. Nada de beberte el bar entero.
• El domicilio, tu compañero perfecto:
Cuando necesitas tiempo para ser lucrativa, ahorra y simplifica
ordenando tu comida por domicilio. Una malvada inteligente recurre al
delivery si tiene dinero, y si no, no se complicada la vida y prepara
unos omelettes o un batido de frutas y dedica su tiempo a la acción de
vivir, más que a la de comer.
Mente
• Paso firme y actitud de seguridad: El miedo
es el principal enemigo que detiene nuestro proceso de cambio. Miedo de
estar solas, miedo de fracasar, miedo de equivocarnos, miedo de
arriesgarnos demasiado. Hay algo clave: la actitud es mucho más
importante que la aptitud. Si tú te dices de que las cosas irán bien,
que no toleraras que te atropellen y que mereces lo mejor, no solo te
convences a ti misma sino a los demás. Infundirás respeto y tendrás
prioridad sobre otros. Como un bono extra, el positivismo, según
estudios de inmunología, te da una mejor salud y te vuelve más
resistente a enfermedades.
• Deja de postergar las cosas: Haz
lo que tienes que hacer, nada de aguas tibias o encontrar en el reloj
la mejor excusa. Proponte y cumple la mayor cantidad de cosas posibles
en un solo día: no hay mejor satisfacción que la de la vivir la
cotidianidad sin que te aplaste. Prémiate por tus metas cumplidas y
sigue incrementando las personales.
• Ya lo pasado, pasado: Deja
atrás lo que fuiste y enfócate en lo que eres hoy. Imagina cómo quieres
verte a futuro y cómo quieres que te vean. Una vez tengas claro lo que
anhelas, tu subconsciente trabajará en ello para conseguirlo. El
universo se unirá para que así sea, y no es cosa Vence
la timidez, la vergüenza, la ansiedad y el miedo a lo nuevo. Debes
reemplazar en tu cerebro todo aquello que disminuye tu coraje y te hace
pensar las cosas más de 10 veces. Cambia la timidez por desfachatez y
riesgo, la vergüenza por seguridad y confianza. Aventúrate en vez de
pensar “qué podría pasar sí” y elimina de tajo la ansiedad que producen
ese tipo de dudas.