He aquí el decálogo de hábitos que debes seguir si quieres mantenerte en tu peso ideal.
Cambia al menos cinco de los hábitos en los que estés fallando, es decir, si ya cumples con algunos de los tips, implementa aquellos que te hacen falta y con ellos has la cuenta.
1. Pica, pero inteligentemente
Sólo si eres de aquellas personas que calman la ansiedad comiendo, o eres de las que come más veces además de los tres principales tiempos de comida, no te tortures eliminando las onces porque tu organismo está acostumbrado a ese tiempo de comida. En estos casos, consume alimentos bajos en calorías (frutas), o con alto contenido de proteína (yogurt dietético, una porción de queso, paquete pequeño de maní, un vaso de leche). Si consumes alimentos que tengas que masticar mucho, vas a presentar mayor sensación de saciedad.
2. Apaga el televisor
Comer viendo televisión o trabajando en el computador incentiva el consumo de una mayor cantidad de alimentos, porque la concentración no está en el acto de comer. Como el cerebro no crea la consciencia de que hubo un proceso de alimentación, no genera sensación de llenura y al rato pedirá más comida. Para comprobarlo, trata de ingerir el paquete de maíz pira que te comes en el cine, estando concentrada en ello, no llegarás ni a la cuarta parte.
3. Agua antes de comer
Tómate uno o dos vasos de agua cinco minutos antes de almorzar o comer, de tal manera que consumas menos cantidad de alimentos de lo normal, sin que dejes de consumir lo que te gusta. Además, sírvete porciones más pequeñas en un plato pequeño, si sirves en un plato grande, sentirás que no hay suficiente comida.
4. El celular a la mano
La próxima vez que sientas un antojo de cierta comida que no te conviene, llama a una amiga y redirige el interés de tu cerebro preguntándole cómo está. Estudios indican que los antojos duran sólo cinco minutos, así que cuando cuelgues el teléfono, tus ansias de comer comida chatarra habrán desaparecido.
5. No te pares sobre la balanza a diario
Llevar la cuenta precisa del peso diario sólo te llevará a la desesperación. Ni siquiera con la dieta más estricta perderás libras a diario, lo que pierdes de tu peso neto son gramos; así que no te tortures subiéndote a la balanza cada mañana, lo único que lograrás será desesperarte al no ver los resultados inmediatos y abandonando el plan alimentario que estás siguiendo.
6. Ejercítate al menos 10 minutos al día
Lo ideal en cuanto a la actividad física diaria es una hora de ejercicios cardiovasculares. Si no tienes tiempo para seguir esa rutina, haz ejercicios que requieran un gran esfuerzo físico en corto tiempo, como subir y bajar escaleras por diez minutos o saltar lazo por diez minutos. No es lo mismo, la quema de calorías es inferior, pero al menos esta rutina te garantiza la quema eficiente diaria de calorías y mantener el tono muscular.
7. Cómete un gran desayuno balanceado
Metabólicamente el cuerpo es más activo por la mañana, por eso el desayuno es la comida más importante del día. Si el cerebro tiene suficiente alimento, podrá desarrollar sus actividades sin exigir calorías extra, es decir, no estarás picando.
8. Cuidado con el licor
La grasa cumple una función protectora y hormonal, las proteínas cumplen una función constructora y reparadora del organismo, y los carbohidratos tienen la función energética y de sustento, por eso no se pueden suprimir definitivamente de la dieta. El licor tiene 7 calorías vacías por gramo, es decir, no cumplen ninguna función específica en el organismo y por tanto se acumulan de inmediato, engordándolo.
9. Duerme más horas
El descanso de la noche es una recuperación del organismo en todo sentido, cuando no duerme bien, y no recupera el desgaste del día, tiene que recuperarlo de todas maneras y como lo hará será con alimentos.
10. Se estricta con la dieta
Si estás haciendo una dieta con indicaciones específicas, síguela al pie de la letra; de lo contrario, sólo conseguirás ganar más peso del que has perdido. Las dietas específicas van dirigidas a crear un metabolismo específico en el cuerpo, si te comes un pan que no está ‘presupuestado’, estás rompiendo el mecanismo y el organismo, en respuesta a ello, convertirá los alimentos en grasa.
Además, si has hecho una dieta muy estricta y restrictiva en calorías, procura consumir muy pocas calorías durante los siguientes seis meses, es el tiempo que el cuerpo tarda en asimilar el nuevo peso. Si al terminar la dieta no te cuidas por medio año, retomarás el peso anterior.