S.O.S. musical: canciones para combatir la tristeza y subir el ánimo

Revista Fucsia, 21/3/2016

¿Puede la música aliviar los males del corazón, motivarnos para iniciar la semana, despertar nuestras habilidades más desconocidas en la ducha y hacernos creer que todo es posible? ¡Descúbrelo!

Foto: Ingimage

Se ha dicho que la música puede calmar las fieras, pero ¿puede también ayudarnos a combatir tristezas y a subir el ánimo? Numerosos estudios han demostrado que la música puede influir en nuestras emociones y en nuestra conducta, lograr disminuir la ansiedad, fomentar la relajación y hasta aumentar el optimismo. Y no es de extrañarse. Basta ver a una madre arrullando a su hijo o escuchar la banda sonora de los consultorios odontológicos para comprobar cómo afecta a ciertas regiones del cerebro y logra un efecto de sosiego inmediato. 

Para soportar el lunes

Nada más tedioso y difícil que despertar un lunes en la mañana para salir a la oficina. Por eso es importante valerse de unas buenas canciones que nos den el ánimo que necesitamos para comenzar la semana.

Paso 1: proveerse de todo el café necesario para funcionar en el mundo real.

Paso 2: acudir a la santísima trinidad del pop motivacional.

- Survivor, de Destiny’s Child, porque salir de las cobijas en un lunes gris es una hazaña casi tan importante como escalar el Everest.

- Roar, de Katy Perry, porque es hora de convertir esos bostezos de lunes en rugidos de empoderamiento.

- Arrasando, de Thalía, porque quién mejor que ella para recordarnos que no hay obstáculo que impida disfrutar de un nuevo día.

Para curar un corazón roto

Es de vital importancia armarse de una buena playlist que descanse en el botiquín de primeros auxilios contra la tusa justo al lado de una botella de tequila, un pote de helado y los números de teléfono de varias amigas. Mejor aún: combinar todos los elementos del botiquín para hacer una fiesta karaoke en donde se canten todas estas canciones mientras se atraviesan todas las etapas de un duelo.

Negación: Como te extraño, de Leo Dan, porque todavía idealizamos la relación que acaba de terminar.

Ira: El último adiós, de Paulina Rubio; You Oughta Know, de Alanis Morissette; Tarde, de Rocío Dúrcal, o Caray, de Juan Gabriel, nos ayudarán a canalizar la rabia.

Negociación: Si te vas, de Shakira, o Media vuelta, de Luis Miguel, porque todavía conservamos la esperanza de que vuelvan.

Dolor: Acá se necesitan discos enteros para sobrevivir esta etapa y qué mejor que oír a quienes canalizaron sus lágrimas y las convirtieron en arte. Hasta la raíz, de Natalia Lafourcade; la discografía entera de Adele, o Back to Black, de Amy Winehouse, funcionan.

Aceptación: Que te vaya bonito, de Chavela Vargas, lo resume todo: “Nunca más volveré a molestarte; te adoré, te perdí, ya ni modo”.

Para cantar en la ducha

Tal vez uno de los inventos más subestimados por la raza humana es el radio en la ducha. Oír música mientras nos bañamos puede convertir una acción rutinaria en un divertido concierto con pista de baile incluida. Eso sí, con mucho cuidado a la hora de copiar los pasos de Britney Spears sobre el piso resbaloso.

Algunos clásicos para cantar bajo la regadera que harán que botes toda la mala vibra de un largo día o que te permitirán comenzar la jornada con la mejor energía:

Baracunatana, de Aterciopelados, funciona mejor que echar un madrazo.

Wannabe, de Spice Girls, para canalizar el poder femenino.

Bailando, de Alaska y los Pegamoides, porque más que una canción es una filosofía de vida.

El grillero, de Proyecto Uno, para bailar con el frasco de champú como parejo.

Ironic, de Alanis Morissette, para exorcizar la mala suerte mientras nos damos un buen baño.

Para recuperar la fe en el amor

A veces el cinismo agota. A pesar de los tropiezos, a pesar de renegar una y mil veces de las películas de Hollywood y del nuevo disco de Taylor Swift, es necesario y vital volver a creer en el amor. Por eso, estas canciones son las indicadas para ablandar hasta el corazón más fuerte:

Bachata rosa o Estrellitas y duendes, de Juan Luis Guerra, porque no hay versos más románticos en toda la historia de la poesía hispana que “se desgarra mi cuerpo / y no vivo un segundo / para decirte que sin ti muero”.

Quiero verte sonreír, de Carlos Vives, porque siempre va existir alguien a quien poder dedicársela.

Antología o Día de enero, de Shakira, porque no hay nadie más enamorado que Shakira antes de su incursión al mercado anglo.

Junto al amanecer, de J. Álvarez; Donde estés llegaré, de Alexis & Fido, o Escápate conmigo, de Wolfline, porque los reguetoneros también tienen su corazoncito.

Bidi bidi bom, de Selena, porque qué mejor compañía para el romance que la cumbia.

Para levantarse después de caer

Hay fracasos que pueden dejarnos con mucho miedo de volver a intentarlo. Un revés laboral, una pelea con un amigo entrañable o tratar de salir a patinar en la ciclovía son actividades que pueden dejarnos con varios raspones y magulladuras. Sin embargo, lo importante en estos escenarios es saber que tenemos toda la fuerza necesaria para poder levantarnos y comenzar otra vez. O, en las sabias palabras de Samuel Beckett: “Inténtalo otra vez. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor”.

Eye of the tiger, de Survivor, la canción que le dio ánimos a Rocky y que hoy nos puede devolver la moral.

Vivir mi vida, de Marc Anthony, porque con este tema logró sanar las heridas del divorcio con J. Lo, lo que demuestra que nada es tan grave.

A quien le importa, de Thalía, el mejor mantra para protegerse de la envidia y para mostrarle al mundo que nos gusta ser como somos.

Girl on Fire, de Alicia Keys, porque es importante recordarnos que tenemos la energía de una hoguera.

Sale el sol, de Shakira, para recordar que si Shakira pudo dejar sus malas elecciones de pareja y convertirse en una madre de familia feliz, también podemos dejar ese vicio que nos agobia.

Elastic Heart, de Sia, ¿quién mejor que Sia para demostrarnos que es posible levantarse como un fénix después de cualquier caída?

Música
Cantantes Famosos