Desfiles, nuevos talentos, bullicio, tumultos y tendencias que empiezan a revelarse; Angélica Gallón, la editora jefe de la Revista FUCSIA, nos muestra en clave de crónica todo lo que hay detrás de la plataforma de moda más importante del país.
Y por fin llegó el primer día de Colombiamoda. Hacía ya unas semanas atrás, había comprado una falda azul con apliques en forma de elefante, de la más reciente colección de la marca colombiana Polite, que seguro iba a ser un statement en los pasillos de la feria, no solo por su color, sino por su amplísimo volumen.
Pero no importa con cúanta antelación arme mi equipaje, siempre tengo que resolver problemas de último minuto. Cuando saqué la bella pieza de la maleta me di cuenta de que no había empacado el top que la acompañaba. Tenía una emergencia de moda que tenía que resolver en menos de una hora, porque a las 11 de la mañana desfilaba Andrea Landa, la diseñadora experta en cuero que no me podía perder.
Lo más sencillo era ir en busca de algo básico. Corrí al centro comercial que está al frente de mi hotel en Medellín y compré una t-shirt de algodón blanco y un tank top para probar cuál se ajustaba mejor. Como soy pequeña, mido 1.50 c.m., la falda voluminosa parecía requerir algo distinto arriba.
No me sentí bien con ninguna de las dos opciones que había comprado, por lo que decidí cortar la t-shirt e inventarme un crop top muy a mi estilo. El resultado me encantó: una mezcla de algo super sofisticado y complejo como era la falda, que por cierto fue carísima, con algo básico, muy casual y hasta con toques punqueros que celebraban el 'Do it yourself' (Hazlo tu mismo).
Angélica Gallón, editora jefe de Revista FUCSIA. Foto: Fucsia.co
Una vez en Plaza Mayor, me senté en primera fila para ver la colección de Andrea Landa, una diseñadora disciplinada, amante del cuero por tradición familiar, quien se había presentado al concurso “Se busca diseñador Fucsia 2015”, pero no había resultado ganadora.
Fue emocionante ver cómo logró depurar su apuesta y conseguir crear unas piezas que por su ligereza no parecían cuero. Con la técnica de la esterilla, tan típica de la artesanía colombiana, Landa creó vestidos en tonos tierra, grises y nude llenos de elementos artesanales que lejos de dar un look tradicional aportaban bella información en los detalles.
Una evolución contundente demostró esta joven que ya había conquistado las calles capitalinas con unos largos chalecos con técnica de macramé hecha en cuero, pero que con esta nueva colección, inspirada en las muñecas de trapo, amenaza no solo con colar sus piezas más trabajadas como los ponchos o un vestido negro strapless con lluvia de flecos en la parte inferior, sino sus básicos de tops y shorts de cuero.
Desfile Andrea Landa. Foto:
El desfiles de Landa fue sucedido por dos más de la Pasarela Non Stop que se tornó demasiado larga, con propuestas aún no tan maduras para estar en una pasarela con tantas salidas.
Después del primer desfile, pude hacer lo que más me gusta, recorrer la feria, observar la gente y sus maneras de comportarse ante un evento de moda. En los pasillos, entre recovecos y bullicios, dos tendencias empezaron a revelarse con fuerza:
La primera, un ímpetu insospechado, digno de celebrarse, por usar atuendos formales, como sastres pantalón o vestidos, con zapatillas deportivas blancas como lo vienen proponiendo ya hace un par de temporadas los diseñadores más emblemáticos como Chanel, Rick Owens o Marc Jacobs. Una intención que, por cierto, no solo resultó muy glamourosa, sino además muy apropiada para los agites de una feria que no da tregua.
La segunda apuesta que no solo se vio entre pasillos y escaleras, sino que se ratificó en las pasarelas como vigente durante un año más, fue algo que podría bautizarse como el “Efecto Johanna Ortiz”. Hace un año, en la pasarelas de esta feria, la diseñadora caleña pareció sacar a la luz una nueva forma de sensualidad que residía en descubrir los hombros de la mano de una tradicional camisa de algodón blanca, una superviviente de la moda de otros tiempos usada principalmente en los trajes tradicionales en el Siglo XIX de la Región Caribe y muy propia de las palenqueras de nuestra Cartagena.
El éxito fue rotundo, al punto que hubo matrimonios elegantísimos en Cartagena en los que más de cinco invitadas llevaban la emblemática camisa. Pues esta año, la feria sigue llena de esa apuesta, que a los ojos de los expertos en moda no resulta nada extraña pues seguirá una de las grandes tendencias de los diseñadores en todos el mundo que parecen gritar: ¡hombros y tobillos al desnudo!
Foto: Inexmoda
Foto: Inexmoda
Luego vino el sorprendente desfile de Jorge Duque con un juego de sastres grises de cinturas definidas por cinturones y broches de avioncitos que parecían evocar siluetas masculinas y cumplir el rol dentro de la colección de recrear la figura de los pilotos, que a su vez parecían ir al encuentro de diferentes tipos de mujeres muy sensuales y latinas materializadas en vestidos largos de vuelo, algunos negros de bordados recargados florales y de influencia pop y otros hechos de corsés en cintila de madera y faldas ligeras. (Puedes ver aquí la pasarela de Jorge Duque)
Foto: Fucsia.co
Ya en la noche, la dupla maravilla creada entre Francisco Leal y Karen Daccarett, una vez más, le dio vida a una mujer latina que saca de sus orígenes y recorridos por el mundo la mejor y más auténtica manera de ser femenina. (Puedes ver aquí la pasarela de Leal Daccarett)
Esta vez, la inspiración fueron los jardines, esos que estos diseñadores suelen visitar en busca de la pulsión creativa, y que tradujeron en la colección no solo en volúmenes florales que como una sucesión de pétalos se imponían en los corpiños o en los ruedos de los vestidos, sino que se hizo evidente en el detallado trabajo de bordado y pedrería que hacía que cada modelo hiciera alarde de una botánica particular. Sus zapatos coloridos y brillantes van a ser uno de esos objetos de adoración de la temporada.
Foto: Fucsia.co
Foto: Inexmoda
Finalmente, y después de darme cuenta de que no es tan buena idea tener algo tan básico como una camiseta como top, toda vez que la mayoría de las fotos y de la entrevistas te las hacen concentrándose en tu cara, llegué ya algo cansada y desprolija al desfile de otra alianza poderosísima de la moda colombiana, la de Pepa Pombo y su hija Mónica Holguín. (Puedes ver aquí la pasarela de Pepa Pombo)
La pasarela fue una sacudida, un remezón de colores y siluetas ligeras que parecían levitar hechas de un tejido que había alcanzado su menor peso y mayor cadencia posible. Fue una colección que mezcló texturas geométricas y florales con colores vibrantes y que dio cuenta de que si alguna conquista tiene la moda latinoamericana que dar en el mundo, es la del uso del color.
Foto: Inexmoda