Tiene 26 años, es graduada en Artes de The School of Arte Institute de Chicago y en Diseño del Instituto Marangoni de Milán, y dentro de poco abrirá su tienda de ropa Kika Vargas en Bogotá.
“Arte en movimiento”, así define Érika Vargas sus diseños. Tiene 26 años, es graduada en Artes de The School of Arte Institute de Chicago y en Diseño del Instituto Marangoni de Milán, y dentro de poco abrirá su tienda de ropa Kika Vargas en Bogotá.
Desde niña le apasiona la moda y siempre tuvo claro que quería ser diseñadora. Sin embargo, creció en un ambiente rodeado de arte, razón que la llevó a enfocarse primero en moldear su parte artística. La mezcla de estas dos formaciones hace que sus diseños sean originales y llenos de pequeños detalles que ella supervisa hasta el cansancio. “Me enfoco mucho en el movimiento de la ropa. Molesto mucho, hasta por detalles mínimos y soy muy exigente”.
En cuanto a diseñadores, admira mucho el trabajo de Alexander McQueen, y admite que lo usa mucho como fuente de inspiración para sus creaciones. De Balenciaga aprecia su trayectoria en los años 50 y agradece su gran contribución al mundo de la moda. Ella está al tanto de todo. Detrás de cada una de sus prendas hay un estudio riguroso en lo que a materiales y telas se refiere. La desvela la perfección, pues quiere que cada una de sus creaciones sea una pieza única, cargada de detalles, de buen gusto y de excelente construcción. Sabe que es un requisito necesario para ganar reconocimiento y poder proyectarse internacionalmente. Por estos días, sólo piensa en el lanzamiento de su local y su marca, por lo que los juegos de dominó con sus amigos y su fascinación por el canal de deportes Espn han quedado relegados a un segundo plano, por ahora.