CARLO CARRIZOSA
Un visionario que embellece sus mopdernas y vanguardistas colecciones con lo más sofisticado de la tradición artesanal colombiana.
Desde los 5 años, o lo que se determine subjetivamente como la edad a la que empezamos a recordar y a tener noción de nuestros actos, Carlo Carrizosa encontró un juego que lo maravilló: vestir con trajes soñados y con las pañoletas de seda de su madre a Venus, diosa del amor y escultura central de su casa.
Ese pasatiempo de su infancia empezó a marcar desde muy temprano el camino que el destino o sus genes le fueron trazando con gracia y determinación. Su madre, portadora de la materia prima que lo inspiró en un comienzo y hoy su mayor crítica y seguidora, lo ha apoyado desde siempre y le ha inculcado aprender de arte, pintura, manualidades y cualquier actividad que colinde con la creatividad, lo cual ha potencializado ese talento innato.
Hoy,
luego de cursar estudios en LCI y Parsons, y de desafiar a las cámaras, jueces y televidentes durante su participación en el reality Project Runway Latinoamérica, Carlo Carrizosa es uno de los jóvenes colombianos que se atreven a hacer del acervo cultural y artesanal del país uno de los insumos fundamentales para darle forma a su estilo global y arquitectónico. A sus 25 años ha vivido en Bogotá, Argentina, Italia, México, Miami y, por supuesto, Nueva York, ciudad de la cual se declara un absoluto enamorado y a la que agradece la mayor parte de su inspiración y el claro ADN que transmite su marca.
Su siguiente reto es ser elegido como el Diseñador del Año Fucsia en el concurso que lo llevaría a Colombiamoda: “Yo me he guardado para FUCSIA, he esperado que cuando esté listo sea con FUCSIA. Hace un año, cuando me presenté, honestamente de forma apresurada, recibí la asesoría más importante de mi vida. Me iluminaron y me sembraron semillas de inquietudes, que hoy se convirtieron en trabajos de artesanía y en una colección llena de luz que espero se suba a esa pasarela en Medellín”.
LAURA ACEVEDO
La moda es una interpretación del arte: el lenguaje de repetición de los prints, usando el tejido como un papel, es la esencia de Papel de Punto.
El arte fue el que primero llamó la atención de Laura Acevedo. Pintar y
crear con sus manos parecía ser su carrera y su pasión, hasta que
comenzó a experimentar con telas como insumo en la creación de piezas de
arte, y así, sin sospecharlo, su rumbo cambió. Prefirió entrar al mundo
de los carretes y del tejido de punto, y plasmar su inspiración,
todavía con gran influencia artística, en figurines que permitieran ver
sus obras sobre el cuerpo de la gente, desde una óptica más cotidiana.
Así
se fue formando lo que hoy es Papel de Punto. Una marca que se compone
de esos toques espontáneos y creativos que le imprime Laura, no solo al
trabajo sino a su día a día, y de la claridad y genial visión de su
socio Felipe Guerra, un experimentado arquitecto. Dos disciplinas que
logran un equilibrio perfecto a la hora de hacer propuestas
vanguardistas, que reflejan siempre en sus diseños la dualidad de sus
pasiones y disciplinas.
Laura asegura que su ropa es para lo que
ellos llaman “la clase creativa”. “Esos son nuestros clientes. Gente
que se quiere sentir y ver diferente”. Es de las pocas marcas nacionales
que ofrece colecciones unisex, porque lo que transmite es una estética y
un lenguaje universales, de manera que permite a mujeres y hombres
divertirse con la moda por igual.
Además de su propósito de
ganar el concurso de
FUCSIA y así exhibir en la pasarela de Colombiamoda
2015 su colección inspirada en la tradición de la cultura mexicana, con
lo cual espera entregar un mensaje de pertenencia a nuestras raíces,
Laura sueña con que “la industria colombiana sea valorada y deseada”:
“Queremos darle fuerza a lo local, que se vea que hay talento, que
podemos ser globales. Y, sobre todo, ser reconocidos en el tejido de
punto”.
ANDREA LANDA
Abanderada y enamorada del “arte-sano”, esta joven diseñadora usa técnicas manuales de tradición en diseños modernos.
Existe un viejo refrán que señala: Lo que se hereda no se hurta, y
parece el preciso para describir la vida de Andrea Landa. Esta paisa
creció dentro del taller de accesorios de su mamá, viendo las técnicas
de manejo del cuero y entendiendo la importancia del trabajo manual
preciso y delicado.
Todas las tardes, después del colegio, se
sumergía en ese mundo mágico de telas que revoloteaban, tijeras y
dibujos extraños hechos en papel, que con los años fueron afianzando su
amor por este oficio y despertando en ella inquietudes que luego se
verían reflejadas en su estilo.
No hubo ninguna duda de que seguiría los
pasos de su madre, y se fue en busca de su destino a Europa, donde
aprendió francés e italiano, así como técnicas de fotografía, dibujo y
mercadeo. Luego, en Londres, cumplió su sueño de graduarse de diseñadora
de modas, y sobresalió con su colección final ganando el primer puesto
de excelencia.
Desde entonces se dedicó a trabajar en la
creación de su marca propia, que lleva su nombre, y al participar en el
Cali Exposhow del 2013 lanzó oficialmente sus diseños al mercado. Estas
piezas trascendieron el mundo de los accesorios de cuero y se
convirtieron en complejas prendas de vestir que incluían juegos de
amarres y nudos, cortes a mano y propuestas de sedas estampadas con
fotografías propias.
Hoy se describe como una apasionada por lo que hace
y por la artesanía o “arte-sano”, definido por ella como “el uso de
técnicas manuales de tradición en diseños modernos”. Describe a su
clienta como una mujer con estilo propio y definido, atrevida, que se
siente especial cuando usa sus diseños porque lleva una creación única y
exclusiva.
El siguiente paso será presentar su nueva colección a
los jueces de la revista
FUCSIA, y si es seleccionada, tendrá la
oportunidad de mostrarles al país y al mundo su talento en las pasarelas
de Colombiamoda 2015.