¿Qué la llevó a ser dj?
Empecé a frecuentar clubs y fiestas de
música electrónica y esto me llevó a conocer a dos dj's muy importantes:
Nick y su hermano Gerard, quienes me enseñaron a mezclar; me apoyaron,
impulsaron e influenciaron. Sigo aprendiendo de ellos.
¿Qué viene ocurriendo en la escena para que más mujeres se arriesguen a poner a bailar a sus seguidores con sus beats?
En
la escena electrónica, la división de género no es tan marcada. Creo
que en todos los campos la mujer es más atrevida y libre de hacer lo que
se proponga. El hecho de ver a una mujer mezclando le da ejemplo a
otras y de alguna manera las inspira a atreverse.
¿En qué se mide la calidad de una buena dj?
Si
una dj no logra conectarse realmente con el público no puede hacer
mucho, y para conectarse debe saber qué está haciendo y eso solo llega
con la práctica, con dedicación y una buena colección que uno conozca
casi de memoria.
¿Qué mujeres han sido una referencia para usted?
Las
dj's locales somos pocas y entre nosotras hay como un sentido de
hermandad. Hoy en día están Fiona, Unknown Yet, Dani Ramos, La Femme,
creo que todas han aportado de alguna manera a la escena electrónica. De
las internacionales, me encantan Ellen Alien y Blondish.
¿Qué les sugiere a las mujeres que ven en esto una opción de vida?
Hay
que practicar incansablemente, mantenerse actualizado, comprar equipos
propios, evitar consolas o computadores que mezclen automáticamente por
uno, para aprender a utilizar diferentes herramientas como unidades de
CD y vinilos. Una vez que uno crea música propia hay que mandarla
insistentemente a las casas disqueras, aunque solo se reciban rechazos.
Si una dj hace las cosas bien no pasará inadvertida.