Las causas de un pelo dañado pueden ser tan reconocibles como inciertas. El pelo cambia con la edad, es una verdad incontestable, su color se desvanece a medida que pasa el tiempo y aparecen las canas, su brillo se opaca debido a los tratamientos de tinturado que van haciendo mella y, sobre todo, está sometido permanentemente al embate del sol, del viento y otros elementos que lo desmejoran paulatinamente.
Frente a esta certeza, es bueno adelantarse a los cambios que perjudican y aprender a tratar el pelo con la mejor de las manos.
De la raíz a la punta