Sigue estos consejos para llevar tu almuerzo a la oficina sin riesgo de que se dañe y prolongar la duración de tus alimentos.
Seguramente alguna vez te ha pasado que al abrir tu almuerzo en la oficina sientes un olor a vinagre, esto puede tener varias explicaciones: el recipiente que utilizaste para guardarlo, el tiempo que duró preparado, el paso de calor a frío o la mezcla de algunos ingredientes.
La aparición de hongos y el mal estado de la comida ocurre en muchas ocasiones por un manejo inadecuado de la misma y aunque las frutas, verduras y lácteos tienen un proceso de descomposición más rápido que el de otros alimentos, existen algunas buenas prácticas que pueden ayudar a prolongar su duración.
Luis Guillermo Pulido, chef del restaurante 100 Gramos, recomienda comprar lo que se requiere para el día o para los siguientes dos días en lugar de llenar la alacena de alimentos que al no consumirse de manera temprana tenderán a descomponerse. Con relación al transporte de los alimentos, agrega: “existen alimentos muy perecederos y que al estar mezclados pueden dañar los que no lo son, por lo que si queremos llevar ensaladas con varios ingredientes entre ellos pollo, carnes o pescados, lo mejor sería usar portacomidas refrigerados, transportar alimentos hechos recientemente y llevar los alimentos por separado”.
Por su parte, el chef Mauricio Villa, de Tupperware, aconseja que en caso de tener que refrigerar los alimentos es recomendable almacenarlos en recipientes herméticos que no afecten el sabor, olor y textura en general.
Estas son algunas de las recomendaciones de los expertos para conservar y transportar los alimentos de forma adecuada: