La Maison francesa presenta una parada imperdible frente a su boutique en Versilia: una heladería artesanal.
Este verano, Louis Vuitton amplía su universo creativo con una iniciativa inesperada y deliciosa: la apertura de su primera heladería artesanal estacional en Forte dei Marmi. Situado frente a su boutique en el corazón de este exclusivo balneario italiano, el quiosco ofrece mucho más que helado: es una experiencia estética y cultural profundamente alineada con el ADN de la marca.
Inspirado en el mobiliario urbano temporal de las plazas del mercado toscano, el diseño del espacio, protagonizado por un sofisticado tono verde, rinde homenaje tanto a la tradición local como a los códigos icónicos de la Maison. Las flores del patrón monogram decoran la estructura, mientras que Vivienne, la encantadora mascota de Louis Vuitton, recibe a los visitantes en una instalación que celebra el savoir-faire (saber hacer) y la atención al detalle.
Con la asesoría de Galliano, heladería histórica en Versilia, la propuesta gastronómica incluye diez sabores tradicionales de gelato artesanal, junto con dos creaciones exclusivas diseñadas para la ocasión: Vivienne, una mezcla de leche portuguesa con mandarina; y Gaston, un homenaje al clásico zuccotto con bizcocho, crocante y trozos de chocolate oscuro.
Cada presentación de los productos está curada hasta el último detalle: desde las obleas convertidas en flores hasta las servilletas, cubetas y bolsas personalizadas con un estampado especial para este lanzamiento. El helado puede disfrutarse en el sitio o llevarse como un gesto dulce y refinado para los días de verano, reafirmando el enfoque de Louis Vuitton por transformar lo cotidiano en arte.
Más allá de la moda y los accesorios, Louis Vuitton continúa explorando territorios ligados al arte de vivir. Esta heladería temporal, disponible hasta septiembre, no solo subraya la conexión de la marca con el verano europeo, sino que también refuerza su visión de lujo experiencial: uno que combina diseño, cultura local, placer sensorial y una estética inconfundible.
Forte dei Marmi se convierte así en una parada obligada para los amantes del estilo y la alta costura, en un verano donde la moda también se degusta. Esta heladería fusiona el lujo del diseño con la tradición italiana, celebrando el arte de vivir al estilo LV.