Hablamos con la diseñadora argentina sobre sus creaciones veganas y antiespecistas
Romina Cardillo es uno de esos talentos dentro del diseño que se han jugado todo por darle un viraje al complejo mundo de la moda, al incluir dentro de sus iniciativas colecciones con mensajes que crean conciencia sobre el respeto por el medioambiente y la no violencia hacia los animales.
Y es que esta diseñadora desde sus inicios ha sido una activista de la moda sustentable, a tal punto de ser considerada en la actualidad como la pionera latinoamericana de moda vegana, llevando el concepto de slow fashion como una de las banderas de su trabajo a nivel internacional, por lo cual ha recibido importantes reconocimientos con su marca Nous Étudions.
Sus diseños originales y minimalistas, junto con los materiales sostenibles y biodegradables, han sido la mejor herramienta para mostrar su idea de economía circular, que promueve la búsqueda de residuos cero.
Romina, en entrevista con la Revista Fucsia, habló sobre el mensaje que lleva su trabajo y el desafío de seguir cambiando la industria de la moda.
Revista Fucsia: ¿Qué significa la moda para Romina?
Romina Cardillo: Es un canal de comunicación en donde uno puede, como en mi caso, dar mensajes, cambiar, modificar para que haya en el mundo diferentes maneras de hacer indumentarias, ropa.
También es un canal político. Yo siempre digo que la marca dentro de la moda tiene un lugar de activismo donde puedo vincularme a otras ONG y poder mostrar una moda más transparente y coherente con nuestra forma de vivir y con el medioambiente, entonces creo que es el gran poder de la moda cuando está bien utilizada.
El respeto a todas las especies que habitamos este universo yo creo que ese es el camino, cuando tenemos respeto por todo ser sintiente comenzamos a darnos cuenta de que la vida es mucho más simple y mucho más respetuosa.
R. F.: ¿Qué tan fácil fue llegar con un concepto de medioambiente, moda circular y veganismo dentro de Argentina que siempre ha sido muy tradicional en conceptos de moda?
R. C.: Yo comencé con un concepto que se llamaba Grupo 134 en 2007, primero porque me despertó como algo real en mi vida, yo siempre digo que yo volqué en mi la filosofía de la marca. Estaban más preocupados más que por el tema del consumo animal era por el tema del material, la durabilidad, la calidad el cuestionamiento iba más a eso. Había una mezcla de conceptos, todavía no se entendía bien este tema del veganismo en sí, de hecho no estaba ni la palabra como en boga.
Entonces creo que en la primera marca fue bastante confrontativa, el mensaje no era muy claro y con el tiempo aprendí que el mensaje debía llegar desde el amor, desde la información. Así fue que cuando creé Nous Étudions dije lo voy a dejar de sentir como algo que nos separa y encontrar el punto de unión, ver de qué manera podemos hablar todos lo mismo. Ahí empecé a dar información de qué eran los biomateriales, o sea, qué tecnologías nuevas hay; entonces creo que la información, como en todo, es el mejor acercamiento que uno puede tener.
R. F.: ¿Cómo llegaste al concepto de Nous Étudions?
R. C.: La transición fue que Grupo 134, mi primer proyecto, también era una marca de mucha experimentación, de encontrarme, contradecirme y Nous vino también cuando yo quedé embarazada y cuando también consideramos con mi pareja que iba a ser algo de los dos, que terminó siendo de a tres, pero creo también fue un momento clave en mí porque estaba trayendo una vida a un mundo que no se hoy si era el mejor, pero necesitaba ver realmente cómo podía cambiar las cosas.
Entonces Grupo 134 creo que fue algo mucho mas personal y Nous lo tomé como algo más político, como algo más activista, como entender que yo ya me había dado cuenta de que solo moda no era lo que yo quería hacer, sino que era involucrarme en un proceso de cambio, yo no quiero cambiar al mundo, yo lo que quiero es cambiar a la industria.
R. F.: ¿Cuáles son los materiales que usas dentro de tus colecciones?
R. C.: En esta última cápsula estuve trabajando el tema con Desserto que es una empresa textil de México que trabaja con el cuero del cactus, que hace con nopal, un cuero biodegradable,entonces hice una colaboración junto con ellos que se presentó acá en Argentina y hubo una exposición en Los Ángeles que fue la última cápsula y colección que hice .
Yo ya no presento colecciones, sino que voy presentando cápsulas a medida que encuentro materialidades, alianzas o colaboraciones con nuevos innovadores, voy sacando productos que creo que, aparte de tener un uso, de usarlos, también vienen a contar un proceso y una historia, a visibilizar nuevos materiales.
Estoy todo el tiempo generando alianzas, viendo qué se puede hacer, qué se puede cambiar.
R. F.: ¿En qué consistió la alianza con Nike?
R. C.: Nike me convocó porque estaba sacando su primer calzado vegano. Entonces antes de hacer esta cápsula quería saber si aparte de querer hacer esta fusión quería ver si a través de esta cápsula querían hacer un cambio y a través de eso ellos me hablaron de su compromiso ambiental y lo que venían haciendo, y querer hacer un primer calzado vegano me parecía interesante. Yo creo más en el concepto de cuantas más innovaciones y mas conceptos estén en los lugares indicados de esas grandes corporaciones va a ser mucho más fácil...
Fue muy interesante porque ellos me dieron la oportunidad de cocrear toda una cápsula para esa presentación y fue muy exitosa la verdad porque tuvo mucha repercusión tanto para ellos como para mí y me llevó a muchos lugares en donde no se hablaba de veganismo. Entonces que Nike empiece a decir la palabra vegano era llegar a un montón de gente que ni siquiera sabía el concepto o no le interesaba. Era una oportunidad para poder hacer activismo también.
R. F.: ¿Cuál ha sido el reconocimiento que más te ha impactado?
R. C.: El de Louis Vuitton fue uno de los que más me conmovió, pero no por el hecho del premio en sí, sino porque nunca habían incluido a un latinoamericano en ese premio. Desde que comenzó el premio nunca había pasado que un diseñador o diseñadora latina hubiera podido participar, entonces que haya sido yo, que haya sido mi país que dé el espacio al debate sobre por qué el diseño latinoamericano fue muy conmovedor. Ciertas industrias pertenecen a cierto sector y a ciertos países, entonces que eso haya pasado y que se haya dado ese debate me emocionó y me pareció bastante interesante.
R. F.: ¿Cómo es el estilo Nous?
R. C.: Volumetría y texturas. Es mi alter ego. Es como un minimalista voluminoso y al mismo tiempo de alto contraste. Me gustan mucho los colores, me gusta el impacto visual y el agrado que genera ver colores, las paletas que tienen mucho color son bien recibidas, son bastante adoradas por todos.
La pandemia hizo un cambio en mi estilo y de ahí salió una línea que se llama Elemental, que es más para el diario, no como lo de pasarela de Nous que tiene que ver más con portar mensajes. Quería algo para acompañar el día a día de las personas, fue la circunstancia lo que llevó esto a una línea más comercial, más usable.
R. F.: ¿Qué podemos esperar de la marca?
R. C.: Siento que estoy mucho más interesada de lo que estaba antes en las innovaciones textiles. Antes el foco lo ponía más en el diseño, pero siento un gran interés en las colaboraciones.
También en dejar de pensar en mi marca como una marca, sino como un elemento que puede llegar a colaborar con muchísimas otras marcas innovadoras. Siempre la vi como un mensaje y ahora la veo como una herramienta también.
Creo que el futuro de mi marca es eso, las colaboraciones textiles con innovadores que se dedican a trabajar nuevos materiales y también el vincularme con otras áreas.