Tras seis días de desfiles, el diseñador italiano fue el encargado de cerrar la Semana de la Moda Femenina de Milán, no sin antes criticar a la directora de Vogue E.U. por no presentarse al cierre.
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Las perlas que revistieron los infinitos vestidos y los accesorios tampoco faltaron en la cita.
Las botas, siempre teñidas del omnipresente negro, combinaban a la perfección con los pantalones tobilleros.
Sin embargo, para los vestidos, la casa de moda prefirió los zapatos terminados en punta y acharolados y sin un tacón excesivo.
El desfile del veterano diseñador no estuvo excento de polémica pues Armani denunció la ausencia de la directora de la revista Vogue América, Anna Wintour, durante la última jornada e instó a todos los modistas a unirse contra esta gran ausencia.
Otros de los encargados de cerrar esta edición fueron los gemelos canadienses Dean y Dan Caten, las cabezas artísticas de DSquared2, que plasmó a la perfección el espíritu cosmopolita, el buque insignia de esta línea de moda.
Desde minivestidos de corte recto propios de la década de los sesenta, hasta abrigos-capas y vistosos sombreros de fieltro tipo casco, se sucedieron en la pasarela.
Un toque andrógino sobrevoló esta colección en la que no faltaron tampoco estampados animales, pieles de pitón y plumas.
Los colores vivos e intensos se combinaron en los conjuntos de una colección muy ecléctica, aunque el beige, negro absoluto y blanco también hicieron gala en el desfile.
Con información de EFE.