Vestidos de noche -largos y cortos- con escotes en V, palabra de honor y en corazón, hicieron parte de la apuesta del nuevo director creativo de la maison, Peter Copping, que tras la muerte de su antecesor (en 2014) ha mantenido la línea clásica y glamurosa que Óscar de la Renta le imprimía a sus diseños.
Asimismo, los trajes de dos piezas, compuestos por chaqueta y falda corta de vuelo o larga tipo tubo, dejaron ver a una mujer urbana que se rehúsa a dejar de lado su sofisticación, pese a un agitado ritmo de vida.
Piezas elaboradas en seda y chiffon, con apliques de pedrería semipreciosa, maxiprints botánicos en blanco y negro, metalizados y transparencias, develaron una colección otoñal que conserva los tintes tradicionales por los que durante años ha sido reconocida la firma.