La colección otoño-invierno 2015 de Gucci impactó por sus prendas ligeras y, al mismo tiempo, llenas de sofisticación; con detalles de fina pedrería, estampados geométricos y florales, y delicados bordados.
Camisas cuello babero, con flores efecto tercera dimensión y moños en el cuello; vestidos con pantalones de bota recta o faldas plisadas abajo de la rodilla, dejaron ver a una mujer que busca comodidad, sin dejar de lado la elegancia.
La faceta más atrevida de la firma estuvo presente con camisas y vestidos elaborados en malla y transparencias, y otros con profundos escotes en V, que dejaban mucha piel a la deriva.
Para los zapatos, los gladiadores hasta la pantorilla protagonizaron el desfile. Otros, en los que las modelos parecían vestir pelos de animal, llamaron la atención.
En cuanto a los accesorios, predominaron los cinturones con maxi hebillas, usados en pantalones de bota semi elefante.
Una colorida apuesta, que nos retorna a los inicios de la década de 1970, con una tendencia que regresa para quedarse; por lo menos, por un buen tiempo.