Elisabeth von Thurn und Taxis, editora de moda de la edición estadounidense de
Vogue, se ha visto implicada en una polémica que ya está dando la vuelta al mundo gracias al impulso de las redes.
La periodista –y aristócrata- alemana que está estos días cubriendo la Semana de la Moda de Paris, tuvo la mala idea de compartir con sus seguidores de Instagram una fotografías de una habitante de la calle que, en ese momento, sostenía la revista de la que ella es editora. Acompañando a la instantánea, la siguiente reflexión: “París está lleno de sorpresas... ¡y de lectores de
Vogue incluso en esquinas inesperadas!”.
Tras la difusión del post, la cuenta personal de la periodista ha recibido cientos de comentarios criticando su publicación y tachándola de banal, ofensiva, irrespetuosa e indignante, además de frivolizar con la pobreza y sus consecuencias.
La fotografía que ha causado el revuelo. Foto: Twitter
Pero, ¿
hasta qué punto el post de von Thurn und Taxis tenía una doble intención, más allá de su asombro lógico al ver a una persona que apenas tiene para comer con un ejemplar de una de las revistas más elitistas de la industria de la moda y que, además, ella dirige?
De hecho, antes de borrar la citada publicación por el aluvión de críticas recibidas y disculparse por ello con una nueva, la periodista comentó: “¿Por qué me tachan de cruel? Esa persona es tan digna para mí como cualquier otra".
Por otro lado, el Daily Mail contactó con la protagonista de la fotografía, Maryse Dumas de 46 quien declaró que “No está bien retratar a gente que vive en la calle, no es cortés. No es broma vivir en la calle”.
Juzguen ustedes mismos...