¿Quieres tener más oportunidades, aumentar tu productividad, mejorar tu eficiencia, ahorrar tiempo y sobre todo ganar más dinero? El secreto está en cómo organizas tu oficina.
Ya sea que esté en tu casa o fuera de ella, tu oficina debe invitarte a estar motivada para trabajar. Organizarla es evitar preocupaciones, confusiones, tardanzas y sobretodo olvidos.
Lo básico
Lo primero que debes hacer es limpiarla, eliminar todo lo que no sirve o no utilizas, liberarla de todos aquellos elementos, notas y documentos que puedan ser suprimidos.
Una vez ordenada, debes decidir qué sistema de archivo usar aprovechando todo el espacio disponible: organizadores de mesa o de pared. Sea cual sea, es indispensable que lo que más usas, quede al alcance de la mano en un cajón de fácil acceso y debidamente identificado.
Separa tus papeles y documentos clasificándolos en pendientes y resueltos. Coloca aparte lo menos necesario, como por ejemplo documentos que se consultan pocas veces al año o repuestos de equipos con largos periodos de uso.
Ya que el escritorio es tu espacio de trabajo, tu zona para crear y para darle rienda suelta a tus ideas, busca dejar despejada una buena parte de su superficie. Lo más aconsejable es ubicar primero de manera apropiada los objetos grandes y de uso frecuente como teléfono, computador, agenda, calendario, etc., luego coloca los objetos medianos como anotadores de mensajes, portalápices, tarjeteros etc. y por último, los objetos pequeños que sean realmente indispensables.
Reduce los adornos que tengas sobre él, y si eres amante de las plantas, limítate a tener una pequeña de lindos colores que puedas mantener fácilmente.
Feng Shui para la oficina