Nada de mensajes por whatsapp. Ni facebook. Con una carta presentación, (léela más abajo) Eugenio abordó en la iglesia a una mujer que un par de semanas atrás había llamado su atención, durante la misa dominical. Y no estamos hablando del siglo XX, sino de 2014. Así, empezaron a conocerse y a crear una historia de amor a la vieja usanza, que recuerda las cartas y la curiosidad que implicaba conocer a la otra persona, cuando no teníamos la tecnología.
Esta historia dista de los aparatos electrónicos que hoy nos ponen a un clic de quien nos gusta, de su historia laboral, ideología política, religiosa y sus relaciones pasadas, incluso antes de la primera cita, después de
googlearlo y
'stalkear' sus redes sociales.
Eugenio nos permitió publicar la carta que le entregó a Magdalena en ese encuentro y, además, tipeó en su vieja máquina de escribir la historia de por qué se atrevió a conquistarla y que los llevará al altar a comienzos de años. Eliminamos los datos de contacto, para respetar la privacidad.