Protección y bienestar

El método anticonceptivo más efectivo

23/5/2012

Durante décadas se ha pensado que la píldora anticonceptiva, que usan unas 100 millones de mujeres en todo el mundo, es el método más efectivo para prevenir un embarazo.

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Pero ahora una nueva investigación llevada a cabo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en St Louis, Estados Unidos, revela que no es así. Las mujeres que usan la píldora, el parche transdérmico, o el anillo vaginal tienen 20 veces más probabilidades de resultar con un embarazo no deseado que aquéllas que utilizan un dispositivo intrauterino (DIU) o un implante subcutáneo. Estos dos métodos, que son de largo efecto, muestran diferencias "drásticas" en la efectividad para prevenir un embarazo, revela el estudio publicado en New England Journal of Medicine (Revista de Medicina de Nueva Inglaterra).

La efectividad de la píldora anticonceptiva, que es el método reversible más popular entre las mujeres, ha sido bien documentada en estudios científicos. Sin embargo, la nueva investigación encontró que, en la práctica, esta efectividad depende de que la mujer recuerde tomar el fármaco cada día. Si se pierde esta continuidad se pone en riesgo el efecto para prevenir la concepción.

Larga duración

Lo mismo ocurre con otros métodos de corto plazo, como el parche transdérmico y el anillo vaginal. El primero es un parche que se coloca sobre la piel y libera hormonas en el organismo. El parche necesita reemplazarse cada semana durante cuatro semanas y continuar su uso después de una semana de descanso. El anillo, que se coloca en la vagina, funciona también liberando hormonas e igual que el parche se utiliza durante tres semanas y se reemplaza después de una semana de descanso.

El estudio de Washington involucró a más de 7.500 mujeres de entre 14 y 45 años que participaban en un proyecto sobre educación de métodos de control de natalidad. Todas las participantes eran sexualmente activas o planeaban mantener relaciones sexuales en los siguientes seis meses. El objetivo del proyecto eran educar a las mujeres sobre los distintos métodos de control, su uso y efectos secundarios, y registrar el método que deseaban utilizar o estaban utilizando. Algunas de las participantes ya utilizaban algún método y decidieron cambiar a otro, otras no usaban ningún control y querían comenzar a usarlo. Y todas expresaron su deseo de embarazarse o no en los siguientes 12 meses.

Corto plazo

Al final del estudio de tres años, los resultados mostraron que los tres métodos de corto plazo -la píldora, el parche y el anillo vaginal- fueron especialmente poco efectivos entre las mujeres más jóvenes. Los resultados mostraron que las jóvenes menores de 21 años que usaban alguno de estos métodos mostraron casi el doble de riesgo de tener un embarazo no deseado que las mujeres mayores.

Por otra parte, las mujeres que usaban los métodos de largo efecto -los DIU y el implante- mostraron 20 veces menos riesgo de un embarazo no deseado. Los DIU se insertan en el útero por un profesional de salud y pueden permanecer implantados hasta 10 años. Los implantes se insertan debajo de la piel en el brazo y pueden durar tres años. Tal como señala el doctor Jeffrey Peipert, quien dirigió la investigación, "este estudio es la mejor evidencia que tenemos de que los métodos reversibles de largo efecto superan por mucho a la píldora anticonceptiva, el parche y el anillo". "Los DIU y los implantes son más efectivos porque la mujer se olvida de ellos después de que el trabajador de salud coloca el dispositivo en su sitio" agrega. El problema, subrayan los investigadores, es que estos dos métodos pueden ser más costosos que los tres fármacos de corta duración.

En Estados Unidos, un implante o DIU pueden llegar a costar más de US$500 y muchas mujeres no pueden pagarlos. Pero tal como señalan los investigadores, en muchos países existe un grave problema de embarazos no deseados, principalmente entre jóvenes y adolescentes, y muchos se deben al fracaso del método anticonceptivo. Un embarazo no deseado puede tener efectos negativos en la salud de la mujer y del bebé, de manera que el uso de métodos más eficaces de larga duración podría ser una estrategia viable para reducir este problema, dicen los autores.