Vejez

10 armas contra el tiempo

Revista Fucsia , 11/10/2011

Existen signos que hacen que las personas proyecten una edad mayor a la que tienen, algunos síntomas asociados con el paso de los años. FUCSIA explica cuáles son los más frecuentes y cómo contrarrestarlos para sentirse bien sin importar la edad.

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Aunque el tiempo es una creación del hombre, su presencia es la que marca el principio y el fin, el antes y el después. Envejecer es un proceso antiguamente concebido como normal, que se ha visto opacado por la idea de que se trata de algo negativo y a lo que hay que huirle.

No es fácil mirarse al espejo un día cualquiera y descubrir que la lozanía de la piel, el color del pelo o las expresiones de la cara han cambiado notablemente, de ahí que la búsqueda de una juventud prologada sea la ansiedad permanente de muchos seres humanos y motivo de investigación de laboratorios y médicos, quienes han llegado a la conclusión de que, en la mayoría de los casos, la calidad de la vejez está determinada por los hábitos que se hayan tenido durante la juventud. Existen además algunos aspectos asociados a la edad que pueden controlarse no sólo para verse, sino también para sentirse joven.

1. La buena postura
Con el paso de los años algunas personas tienden a adoptar una postura encorvada. Tener una columna fuerte es algo que se debe prever desde temprano. De ser necesario acude a los aparatos correctores diseñados para este fin. Igualmente, el consumo de calcio hace que no sólo la columna, sino todos los huesos estén preparados para el avance de la edad, especialmente en las mujeres que son las que pierden mayor densidad ósea durante la menopausia. Los ejercicios como Pilates son ideales, porque fortalecen los músculos, que hacen parte de los tejidos de sostén.

2. Mover el  metabolismo
Con el tiempo el metabolismo tiende a volverse un poco más lento, hay que ayudarle con actividad física frecuente. El simple hecho de caminar lo mantiene en su lugar. Prefiere los ejercicios que impliquen un esfuerzo cardiovascular, reduce las porciones de comida y en su lugar come un poco varias veces al día reduciendo el consumo de azúcares, que además han sido identificados como principales responsables del debilitamiento y muerte de las células, proceso más conocido como envejecimiento.

3. Las arrugas delatoras
Existe una serie de líneas de expresión o arrugas que suelen asociarse con pieles más maduras. Es el caso de las que se producen en el cuello, la zona del escote y las manos. Estas zonas son especialmente delicadas, sobre todo, cuando se han expuesto mucho al sol. Preocúpate por extender el bloqueador y la hidratante que usas cada mañana a estos puntos. Aplicar una generosa cantidad de crema nutritiva en las manos y cubrirlas con un par de guantes de tela durante la noche es un spa para esta parte del cuerpo que a veces por descuido evidencia más años de los que en realidad se tienen, por eso, vale la pena mantenerlas arregladas siempre.

4. La zona de los labios
Es proclive a las arrugas, especialmente si se es un fumador de vieja data. Tienes la opción de dejar el vicio, no arrugar la boca cuando fumes o aplicar un producto especialmente formulado para esta zona, aunque tal vez la notoriedad de las líneas ya sea irreversible. El pliegue que se forma entre la nariz y las mejillas, más conocido como surco nasogeniano, es otro punto que tiende a acentuarse con los años.

5. Retención de líquidos
Es uno de los síntomas más frecuentes en las mujeres, especialmente cuando se acerca la menopausia. Es incómodo no sólo porque da una sensación de hinchazón y cansancio, sino porque además hace que la persona se vea con más peso. Existen remedios naturales como la ortiga o la piña que se pueden tomar en cápsulas o infusiones y ayudan como diuréticos naturales, pero deben consumirse con el aval de un médico. Los masajes corporales también son de gran ayuda para drenar el líquido que se acumula en los tobillos, abdomen, brazos, etc.

6. La ley de la gravedad
“Todo lo que sube baja” y en la madurez los senos, la cola, los muslos, saben perfectamente lo que eso significa. Las rutinas con pesas livianas ayudan a mejorar el tono muscular. Para darte una ayudita siempre están las cremas reafirmantes que usadas con disciplina dan buenos resultados. El frío es otro aliado contra la flacidez, así que una descarga de agua helada al terminar la ducha puede ser útil, a diferencia del agua muy caliente que tiene el efecto contrario.

7. Falta de sueño
Cerca de 60 por ciento de las personas mayores de 50 años aseguran tener dificultades para pasar una noche de sueño completa. Las razones son diversas, desde problemas de depresión, hasta cambios en el ritmo circadiano (que es el que determina cuáles son las horas de mayor actividad del cerebro) están asociados al insomnio en la vejez. Es recomendable que cuando el sueño se esfume, la persona no se quede dando vueltas en la cama y en cambio se levante un momento y camine un poco; igualmente, que evites la cafeína o los alimentos altos en calorías en horas de la noche ya que estimulan el sistema nervioso y no dejan conciliar el sueño.

8. Ojo con el maquillaje
En el caso de las mujeres, ese que parecía el aliado infalible de la juventud puede convertirse en un enemigo oculto en la madurez. El mal uso del maquillaje es un pecado capital de muchas mujeres mayores, que lejos de esconder sus defectos los evidencia y empeora. Hay que tener especial cuidado con las bases ya que tienden a acumularse en las zonas donde hay líneas de expresión. Evita las sombras en colores demasiados oscuros, y el exceso de delineador o pestañina porque hacen ver la mirada más pesada. El gran secreto está en difuminar muy bien los productos para que sean casi imperceptibles sobre la piel. Los labiales deben ser preferiblemente en tonos mate y olvidarse de los nacarados. Busca la asesoría de un profesional que te ayudará a encontrar una paleta de colores perfecta para tu color de pelo, ojos y piel.

9. Productos adecuados
La piel cambia con los años y es importante actualizarse. Algunas mujeres que de jóvenes tenían una piel normal, pueden observar que con los años ésta se vuelve grasosa o reseca. Este fenómeno condiciona el tipo de productos que se debe emplear para limpiar e hidratar la piel, por eso, entre los chequeos anuales que se programan a partir de cierta edad, incluye una visita al dermatólogo.

10. Ejercita tu cabeza
"¿Donde dejé las llaves?, ¿cómo se llama el hijo de…?". A todos nos falla la memoria de vez en cuando y esta condición suele aumentar con el paso del tiempo en algunas personas. No se trata de alarmarse ante el primer olvido o confusión, pero sí de mantener el cerebro en buena forma, pues a veces la gente olvida que es la torre de control de todas sus acciones. Ejercicios simples como aprenderse de memoria un teléfono, hacer sumas y restas mentales, si eres diestro usar la mano izquierda para algunas acciones (y viceversa), tratar de repetir la letra de una canción mientras la escucha, cambiar la ruta que habitualmente empleas para ir al trabajo o a la casa pueden hacer la diferencia y estimular tu concentración y memoria.