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8 errores en el cuidado de tu maquillaje

Fucsia.co, 12/3/2014

La limpieza y conservación que tengas con tus cosméticos marca la salud y apariencia de tu piel. Por ejemplo, ¿cada cuánto lavas y cambias tus brochas y aplicadores?

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Muchas veces nos ocupamos en maquillarnos, pero no nos preocupamos por la vida útil de los productos que usamos, así como de los aplicadores como pomos, espumas, brochas o cepillos.

Y sin darnos cuenta, estamos abriendo la puerta a posibles infecciones, alergias, irritaciones o bacterias. Dos expertas nos ayudan a ser conscientes de las prácticas que facilitan la incubación de estos problemas.

La médica dermatóloga de Dove Perla Furman Rzonzew y la química farmacéutica Constanza Moreno nos hablan de las conductas más peligrosas para la salud de la piel:

1. Prestar el maquillaje:
“Estos productos son tan íntimos como la ropa interior. La piel está colonizada de flora bacteriana, que puede ser normal para una persona, pero al ser transmitidas a otra a través del maquillaje puede terminar en alergias o infecciones”, dice la doctora Perla. A lo que agrega, que las zonas con orificios y mucosas suelen ser más suceptibles a albergar virus o bacterias, como los ojos, orejas, nariz y boca.

2. Usar productos baratos: cuando elegimos un producto por su bajo precio, pero desconocemos el respaldo de la marca. Esta conducta puede ser suceptible a aparición de alergias.

3. No limpiar aplicadores: las brochas y pomos deben limpiarse cada 15 días, máximo cada mes. Con limpiarlas con agua y jabón suave es suficiente. También se le debe pasar a los productos en polvo, un pañuelo sobre la superficie para eliminar las bacterias que allí pueden quedar; por ejemplo, en polvos, rubor o sombras. En los cosméticos en barra se le puede poner una gota de alcohol, dejar actuar y retirar con el pañuelo la capa superficial. Con la misma periodicidad: cada dos semanas.

4. Maquillarse con las manos sucias: a pesar de que acabes de salir de la ducha, vuelve a lavarte las manos con agua y jabón antes de aplicarte cualquier producto en la cara.

5. No revisar la fecha de vencimiento: todos los productos deben tener una fecha de caducidad, que casi nunca verificamos. Hay que sustituirlos de acuerdo con este dato. Si ves que el producto cambia de color, textura u olor, debes botarlo de inmediato.

6. Dejar los productos destapados: es importante cerrar los frascos, tapar los polvos, guardar en lugar limpio las brochas y pomos para disminuir el riesgo de contaminación.

7. Conservar el maquillaje después de una infección: si tuviste conjuntivitis, alergia o infecciones, lo mejor es que te deshagas del producto, aunque sea nuevo. Ya está contaminado.

8. Acostarse con la cara maquillada: la piel al final del día tiene todos los productos que te aplicaste, sumado a la contaminación que absorbió durante el día. Tener una rutina de limpieza siempre, garantizará una mejor salud y apariencia.

Ahora, si no tienes estos cuidados mínimos básicos, puedes ser víctima de conjuntivitis viral o bacteriana que te pone los ojos rojos, con molestias como pestañas pegadas, supuraciones. Así como la apariencia de una cara cansada, piel seca y tirante, hongos, irritaciones, infecciones o la piel levantada y grumosa.

Explica la dermatóloga Perla Furman que cuando la piel aparece con algún brote o enrojecimiento se suele pensar en alguna comida que pudo causar daño. Sin embargo, de ser así, la anormalidad se presentaría de forma sistémica; es decir, en otras partes del cuerpo. Pero si solo es en la piel de la cara, es probable que sea resultado de algún producto que se aplicó.

Para esto es necesario quitar todos los productos, desde cremas, lociones, maquillaje y botar los aplicadores. Lavar la cara solo con agua y un jabón suave, no cualquiera desinfectante o perfumado. Y poco a poco se empezarán a usar de nuevos los productos hasta saber qué causó el problema.