Cuidados de la piel

La belle époque

Revista Fucsia , 30/3/2012

Del buen cuidado de la piel y de una buena nutrición depende que los cambios de una edad a otra sean apenas perceptibles.

Foto: Archivo Fucsia - Foto:

Es muy sencillo: la mujer que a los 20 años no empieza a limpiar y proteger la piel de su cara llegará a los 30 con menos elementos para enfrentar el hecho de que su piel y su cuerpo ya no tienen la frescura de la primera juventud, y quizás, a los 40, con la molesta sensación de constatar que las arrugas han hecho su aparición sin que ella haya hecho nada por evitarlo. 

Y es que las edades de la belleza son como los eslabones de esa sólida cadena que mantiene unidas las células de la piel, uniones que si se dejan sin aceitar, sufren las previsibles consecuencias de la falta de cuidado. Una piel tersa significa un balance perfecto entre una alimentación saludable, un manejo adecuado de las tensiones emocionales y un conjunto de medidas y cuidados que deben comenzar en la juventud, notardíamente, cuando ya aparecen las primeras arrugas.

Como sabemos, el cuerpo está formado por miles de millones de células; unas se están renovando continuamente, como las de la pared interna del estómago, que duran 48 horas, y otras acompañan al cuerpo durante casi toda la vida, como la mayor parte de neuronas del sistema nervioso.

Pero con estas excepciones, en el curso de un año las células del cuerpo se han renovado casi completamente. La velocidad de división viene determinada por el material genético (ADN) de cada tipo de células. No obstante, hay factores externos que alteran este proceso. Si esto ocurre, el número de células desciende, la piel pierde flexibilidad y aparecen las arrugas. Esta alteración se llama ‘oxidación’, y es la respuesta a factores como el tabaco, contaminantes ambientales como los pesticidas, sedentarismo, estrés, angustia y mala alimentación

La teoría de envejecimiento basada en la oxidación de las células fue planteada en1956. Según sus autores, las células fabrican elementos residuales llamados ‘radicales libres’. Si éstos no se eliminan constantemente alteran la actividad celular y aparece la oxidación o envejecimiento precoz de la piel .

A los 20: Limpiar y proteger 

A esta edad, lo más gratificante es lucir un bronceado perfecto en el cuerpo y el cutis, pero la exposición al sol sin un protector es la principal causade envejecimiento cutáneo. ¿Algo fundamental? La dieta debe ser variada, muy rica en vegetales y frutas, pues garantiza que la piel disponga de los suficientes nutrientes para producir el colágeno y la elastina que necesita para prevenir las arrugas

Las necesidades de vitamina C se multiplican en el caso de las fumadoras (activas y pasivas) porque ésta se destruye con el tabaco. Según los especialistas, la vitamina C es la más importante para mantener la piel joven, y se debe consumir entre 300 y 500 miligramos diarios. Igualmente, es bueno consumir agua para hidratar la piel.

Componentes activos 

La salud y la belleza de la piel van de la mano. Así lo han entendido las compañías dedicadas a elaborar productos para la piel. Para la década de los 20 años, recomiendan usar limpiadoras efectivas, pues a esta edad lo más importante es mantener la piel impoluta. Compañías como Estée Lauder elaboran geles antiacné; Avon se ha preocupado, con su línea Artistry, de producir buenos removedores de maquillaje para ojos y labios; lo mismo que Sisley, que ofrece desmaquilladores a base de extractos botánicos; Esthederm Institut tiene leches desmaquillantese hidratantes, y Shiseido geles que purifican los poros.

Lo segundo, a los 20, es prevenir. ¿Y cómo? Sencillamente hidratando la piel. Para lograrlo, hay que empezar a actuar de manera metódica sobre los puntos más vulnerables de cara y cuerpo, aprender a reconocer los defectos y fortalezas propios y sobre todo, tomar conciencia de que la belleza es mejor si se hace más duradera. Por eso, hay cremas formuladas específicamente para cada edad que ayudan a mantener la humedad natural de la piel y que incluyen a la vez protección solar, como las de Esthederm Institut,Oriflame, Shiseido y Sisley, entre otras.

Mascarillas naturales

El uso generalizado de las mascarillas proviene de la sabiduría popular, y así funciona, ya que los componentes usados en su preparación mezclan ingredientes naturales que las hacen refrescantes y reparadoras al mismo tiempo. La nutricionista ecuatoriana Mariana Galarza recomienda realizar lavados faciales con afrecho (una mezcla de avena, quinua, harina de almendras y otros cereales molidos), que se aplica sobre la piel a manera de un emplasto y se retira con agua tibia. Este afrecho limpia y nutre a la vez.

Para complementar la hidratación, se recomiendan mascarillas naturales. Una de las más eficaces es la de pepinillos, que consiste en cortarlos en rodajas y aplicarlos sobre la piel limpia.

Cambio de piel 

La ventaja de practicarse de vez en cuando una exfoliación en la piel es que con ello se facilita la eliminación de las células muertas que se van acumulando en su superficie. Con ingredientes naturales y un buen guante de crin, cepillo o esponja, bajo la ducha, se puede aplicar, por ejemplo, azúcar morena o avena combinada con cítricos como el limón y humectantes naturales como la leche, la crema y el yogur, para favorecerese cambio de piel tan necesario cuando ésta ha sido sometida al sol, la polución y otros agentes dañinos.

El azúcar (morena, preferiblemente) y la avena son mascarillas ideales paraexfoliar y suavizar una piel de por sí lozana, como la de los 20 años. Si se mezclan estos productos con una buena crema humectante o con un poco de leche, se eliminan impurezas, se destapan los poros y se combaten las espinillas y los puntos negros. Hacer este masaje en medio de un baño de vapor o sauna potencia mucho más su efectividad.

 

 

 

 

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