¿Qué significa la limitación del uso de misoprostol?

Cindy Morales, 6/7/2015

Colombia podría retroceder en el control de la mortalidad materna por la limitación del Invima al misoprostol, un medicamento ampliamente usado por los ginécologos, que se oponen a esta restricción. ¿Cuál es el alcance de esta medida?

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El misoprostol es un medicamento utilizado para evacuar un feto muerto o para inducir un parto cuando de manera natural no se está dando bien. También se usa para detener hemorragias después del parto y sí, también es uno de los fármacos usados para la interrupción de un embarazo.

Este medicamento, ampliamente usado por los ginecólogos, fue limitado por el Invima, acatando un orden de 2012 proferida por el Consejo de Estado, en la que se ordenaba poner una banda violeta a ese fármaco.

La sentencia del Consejo de Estado indicaba que "los productos con principio activo misoprostol deben, independientemente de causar dependencia o no, tener en sus etiquetas o empaques la franja de color violeta". (Lea también La cultura del aborto clandestino)


El misoprostol también se usa para detener hemorragias durante el parto. Foto: Ingimage


Según  Luz Helena Franco Chaparro, directora de Medicamentos y Productos y Biológicos del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos –INVIMA, esa franja violeta determina los medicamentos de control especial, que "deben usarse bajo estricta vigilancia médica" y si fuera el caso, la franja debe especificar que "el medicamente es susceptible de causar dependencia", afirmó.

Esta semana el tema volvió a salir a la luz por las declaraciones de Edgar Iván Ortíz Lizcano, presidente de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog) a varios medios de comunicación en las que afirmaba que "la decisión de limitar el misoprostol” podría ser una situación que “atenta contra la salud sexual y reproductiva de las mujeres".

La situación no es menor. La restricción del uso de este medicamente puede en efecto ser un riesgo para la salud de las mujeres y aumentar las posibilidades de muerte en los casos en los que normalmente se usa. (Lea también: Aborto en Colombia, nueve años de una despenalización a medias)

Es decir, que si se limita el uso y también su producción, pues según denuncias de Fecolsog una de las dos industrias que los fabricaba dejó de producirlo, será más difícil conseguirlo y por tanto más restrictivo su uso para casos como inducción de parto, evacuación de feto muerto, entre otras.

-Progresos mínimos-

Actualmente, la mortalidad materna en Colombia ronda las 54,62 muertes promedio por cada 100.000 nacidos vivos, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Si bien la cifra  ha disminuido en poco menos del 50% -en 1998 eran 100 muertes por cada 100 mil-, Colombia sigue teniendo grandes desafíos en esta materia.

Las cifras se agudizan si se analizan los datos de regiones como Chocó, La Guajira o Vaupés donde los números superan el promedio nacional.

"El departamento donde la mortalidad materna es más alta es Chocó, con 357,97 muertes por cada 100.000 nacidos vivos; cuatro veces más alta que el promedio nacional.
En La Guajira, la razón de mortalidad materna alcanzó un valor de 166,85", indica el informe Análisis de la Situación de Salud  de Colombia publicado en 2013.

Para 2020, la mortalidad materna alcanzará las 43,63 muertes por cada 100.000 nacidos vivos.

El mismo texto indica algo que ya no sorprende: la mortalidad materna ataca principalmente a los más pobres. (Lea también 10 cifras decepcionantes sobre la maternidad en Colombia)


Según los ginecólogos, la limitación del misoprostol puede poner en riesgo la salud de las mujeres. Foto: Ingimage


"En Colombia, el 60% de la mortalidad materna se concentra en el 50% de la población más pobre multidimensionalmente, y alcanza un índice de concentración de -017, es decir, que es una desigualdad a favor de los más favorecidos o mejor acomodados socioeconómicamente", revela el informe.

La queja de los ginecólogos coincide con la presentación del informe final de Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que en la última década se presentaron como un gran marco de evolución global, pero que alcanzaron resultados modestos.

El quinto de los ocho objetivos propende por mejorar la salud materna. Al respecto, el informe presentado ayer por la ONU indica que hubo "progresos mínimos".

El acceso a servicios de salud reproductiva sigue siendo deficiente, la mortalidad materna sólo disminuyó marginalmente, la frecuencia de embarazos adolescentes sigue subiendo en los países en los que originalmente era alta, la tasa de natalidad y los abortos clandestinos siguieron siendo la causa de "una de cada ocho muertes de madres registradas en 2005", afirma el informe. (Lea también El embarazo adolescente, una realidad que no retrocede)

Con estas nuevas restricciones, y el panorama legal cada vez más difuso para, por ejemplo, llevar a cabo el aborto legal, parece que Colombia debe aún recorre un largo trecho en la búsqueda de mejores tratos áta la salud sexual y reproductiva de la mujer.