Manual del orgasmo

Clitorial: es el más común y uno de los más fuertes, debido a que “tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas, que duplica la cantidad encontrada en el pene”, según dicen los anatomistas. El clítoris no es solo ese timbre rosado a la enterada de la vagina: mide unos 10 centímetros y el botón encapuchado que asoma discretamente entre los labios de la vagina es la punta de un enorme iceberg como “una masa de tejido piramidal-según la doctora australiana Helen O´Connel – profusamente inervado” hacia cada uno de los labios menores. Lo que significa que esta es la forma más fácil de que la mujer experimente el placer sexual de una manera poderosa y extensa.

Técnica: Tu pareja(o tu) debe presionar con la punta de los dedos en el área donde el vello púbico empieza, luego frotar suavemente con los dedos de manera circular el clítoris, o sea, la obtención del clímax es por manipulación directa. Para hacerlo en pareja, hay que guiar la mano del hombre hasta posarla en el monte de Venus, “ la mejor manera de seguir hasta el orgasmo no es usar uno dos dedos intentando encontrar el clítoris propiamente dicho sino cubrir suavemente la zona con la palma de la mano y moverse en círculos una y otra vez. Mientras tanto, la mujer puede poner la mano sobre la de la pareja para enseñarle exactamente dónde, cómo, y con qué ritmo le gusta que la toquen.”
Variación: Cuando ya estás calentándote, trépate encima de él y de manera lenta frótate contra él de arriba a bajo repetitivamente, asegurándote de estar rozando su zona púbica contra tu clítoris.

Tips: Una vez sientas que estás cerca del orgasmo, déjalo cambiar de patrón de empuje, como si estuvieran “tirando” y soltando una pequeña bola entre los dos, como si estuvieran amasando con tu pelvis, y no sólo moviéndose dentro y fuera. Esto pondrá una presión extra en tu clítoris y te ayudará a alcanzar el orgasmo.

Vaginal: A diferencia del clitorial, los orgasmos vaginales son detonados por los nervios de la zona pélvica. Y con este tipo de clímax la vagina se siente más relajada y el útero empuja a la vagina más abajo, dando un orgasmo más profundo y de todo el cuerpo.
Técnica: Poniendo una almohada debajo de la parte de la cadera y luego apoyando las piernas sobre los hombros de él, esta posición permite una máxima penetración. La idea es que con esta posición, el pene toque tu cerviz con cada empujón, lo que te guiará a lo largo del orgasmo vaginal.

Es excitante porque: tu pareja está penetrándote desde un ángulo más alto, tu obtendrás una penetración más profunda, sin perder el contacto visual sobre la tensión de él, que quizá vendría a ser lo más excitante.

Tips adicionales:
Baja las piernas, dile a tu pareja que estimule tu “Punto G” y clítoris al mismo tiempo, poniendo tres dedos dentro de ti y rozando lentamente con si dedo gordo el clítoris en forma circular. Vuelve a poner las piernas en sus hombros para sentir de nuevo el empujón.

Simultáneo en pareja: en el caso que alguno de los dos no le guste el sexo oral se puede obviar, aunque son necesarias más caricias. Este orgasmo sucede con la penetración, y lo importante no es sentir lo mismo ni al mismo tiempo, sino la satisfacción de estar juntos.
Técnica: asume una postura en que el clítoris entre en juego durante la penetración, o que las manos de él queden libres para estimular las zonas erógenas de la mujer. La vagina para poder cubrir el pene en su interior, debe estar suficientemente lubricada, ya sea por excitación o por ayuda de lubricantes sexuales; y después de la penetración, conviene seguir estimulando la vulva para que la excitación siga subiendo, de lo contrario, tocaría volver a empezar. La mujer es la que debe escoger el momento de la entrada del pene, que suele ser en el estado de meseta, cuando el orgasmo ya se siente venir.
Tips: Dedícale tiempo a la estimulación de los pezones, trátalos como una extensión del clítoris.