¡Me como las uñas!

      El nombre que recibe el hábito de comerse las uñas es onicofagia y se considera una manía nerviosa que puede ser activada por factores como ansiedad o estrés. Se presenta tanto en hombres como en mujeres y es tratada a partir de las emociones de quien la padece. Existen ayudas físicas que dificultan a la persona comerse sus uñas todo el tiempo, por ejemplo las uñas de mentiras que además de impedir llegar a la uña real colaboran a que esta crezca.

Para contrarrestar esta manía y otros problemas como uñas débiles, quebrantadas, partidas o de difícil crecimiento, ha salido al mercado la técnica de gel. Es una alternativa que busca ofrecer uñas de aspecto natural y duraderas. Te contamos algunas características para que te animes a usarla en caso de que lo necesites:

· El procedimiento para ponerlas no dura más de una hora. Es necesario visitar al esteticista cada 3 o 4 semanas para retocarlas.

· Las uñas de gel reciben este nombre pero están hechas en acrílico, un material resistente para el trajín del día a día.

· Si las cuidas adecuadamente pueden durarte el tiempo que quieras. Depende del largo que busques en tus uñas de verdad.

· El material de estas uñas se puede adaptar a la forma de tus dedos, una vez puesto se puede limar y manipular para obtener el largo y forma que desees.

· Es un material que permite retoques o decoraciones, puedes darle el color y diseño que más te guste.

· Estas uñas se adhieren a la uña original con un poco de pegamento especial que no tiene olor fuerte y con la ayuda de una lámpara de calor.

· En caso de que presentes alguna reacción alérgica, se recomienda visitar a un especialista, pues el material de estas uñas podrían causar molestias.