Menopausia

Mentiras y verdades sobre las hormonas

Revista Fucsia , 15/3/2012

Las alarmas están encendidas tanto como la polémica. Alternativas contra las molestias de la menopausia.

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Un estudio reciente ensombreció de nuevo la tan polémica Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH), aplicada desde la década de los 60 para ayudar a las mujeres a aliviar y prevenir los efectos nocivos de la menopausia: problemas neurosíquicos como depresión, irritabilidad o insomnio; cardiovasculares como infarto o derrames; óseos como la osteoporosis; y sexuales como la resequedad vaginal y pérdida de la líbido.

La investigación, publicada en The Journal Of the American Medical Association, bajo el título de “Riesgos y beneficios de estrógenos más progestágenos en mujeres posmenopáusicas sanas”, es parte de un estudio mayor conocido como ‘Iniciativa para la Salud de las Mujeres’ (Women’s Health Initiative, WHI), financiado por el gobierno estadounidense, que involucró a más de 16 mil mujeres con el útero intacto, entre los 50 y los 79 años de edad. 

A un grupo se le suministró, vía oral, estrógenos más progestágenos (0.625 miligramos de estrógenos conjugados y 2.5 miligramos de medroxiprogesterona MPA diarios), y al otro placebos. Iniciado en 1993 para concluir en 2005, el estudio fue suspendido ante la probabilidad de que las mujeres participantes pudieran estar en peligro de padecer cáncer de mama, coágulos sanguíneos y ataques al corazón.

Existe incidencia de cáncer mamario y de problemas cardiovasculares, en especial cuando la TRH es aplicada por largos periodos de tiempo (más de cinco años), y si los estrógenos son combinados con progestágenos. Además, no todas las mujeres menopáusicas pueden utilizar la TRH. 

Está contraindicada para aquellas que tienen: alto riesgo de cáncer de mama familiar (madre, hermana o hija), un perfil lipídico(graso) alterado, pruebas hepáticas alteradas, antecedentes de problemas trombo–embólicos (várices, flebitis, embolias), trastornos de coagulación, epilepsia, sangrado vaginal de causa desconocida y/o tumores ováricos.

Para María Cristina de Blanco, endocrinóloga venezolana que lleva 15 años tratando a mujeres menopáusicas, el estudio tiene ciertas imprecisiones que incluso hacen preguntarse cómo fue posible que el Estado norteamericano lo autorizara. “Yo jamás prescribiría hormonas como se hizo en este caso con una mujer de 70 años”.

Blanco cuestiona que se haya suministrado la misma dosis de hormonas a mujeres de tan diversas edades(entre 50 y 79 años): “Biológicamente, una mujer de 75 a 80 años no es igual a una de 50 a 55 años; tienen diferencias de funcionamiento, de mecanismos biológicos y metabólicos celulares. En las más viejas no es recomendable usar las dosis que les aplicaron, ni tampoco por vía oral (lo más recomendable es a través deparches), puesto que esto aumenta el riesgo de trombosis”.

La doctora explicó que no se tomaron en cuenta una serie de antecedentes de las mujeres participantes en el estudio, ni se hicieron exámenes de laboratorio previos sobre lípidos, a sabiendas de que las dosis usadas pueden aumentar los niveles de triglicéridos y con ello el riesgo cardiaco. Estas pruebas, sumadas a las hepáticas y renales, son indispensables para decidir si una mujer puede o no recibir la TRH combinada estrógenos–progestágenos.

También le parece contradictorio que se haya continuado la prueba en mujeres sin útero, usando sólo estrógenos. Si se consideraba que esta terapia de reemplazo era dañina deberían haberla suspendido totalmente.

No todo esta dicho 

Actualmente, esta médica está haciendo una recopilación de cinco mil casos de mujeres menopáusicas que ha tratado en el último lustro. Según los primeros resultados, destaca que de todas esas pacientes apenas dos han presentado cáncer —de mama y ovario, pero en sus estados iniciales y sin consecuencias fatales: “A este respecto no se ha dicho la última palabra y lo que hay que impulsares que los médicos que prescriban estos tratamientos tengan la formación adecuada para ello, y sean más precisos en la selección de las pacientes para que éstas puedan recibir el beneficio esperado”.

A su juicio, la paciente debe estar adecuadamente informada sobre todas estas posibilidades, para evitar la confusión: “Estas conclusiones, hechas públicas en forma tan dramática, sin análisis minucioso de los detalles del estudio, lo que hacen es dar lugar a mayor confusión”.

Menopausia al natural 

Luis Gabriel Piñeros Ricardo, colombiano, médico familiar especializado en Farmacología Vegetal, afirma que “la terapia hormonal no se puede estigmatizar como peligrosa per se, porque cuando se prescribe en dosis adecuadas, a pacientes sin factores de riesgo, bajo control médico, significa alivio y estabilización de las funciones hormonales y metabólicas de la mujer. 

Es un error de apreciación médica considerar que todas las mujeres en la etapa de la menopausia deben utilizar hormonas. Es importante saber que dentro de las alternativas de terapia hay medicamentos que se pueden complementar con otros”.

La medicina natural, según afirma Piñeros, tiene herramientas muy importantes que reemplazan las hormonas, siempre que las pacientes no hayan sido sometidas a oforectomía (extracción de ovarios). La primera, un medicamento homeopático combinado, Hormonat (estímulo regulador hormonal femenino), en gotas, que disminuye las oleadas de calor, mejora el metabolismo del hueso preservando los tejidos en general, y disminuye considerablemente la tendencia depresiva. 

Otra opción que se plantea en el mundo entero, especialmente en Estados Unidos, es la progesterona derivada de plantas o Wild Yam. Es una crema que se aplica en áreasdel cuerpo que tienen buena absorción (senos, parte interna de brazos y muslos, parte baja del abdomen), y que disminuye las oleadas de calor y otros síntomas.