Sapiosexualidad, el cerebro como órgano sexual

Fucsia.co, 15/4/2014

Una nueva tendencia se viraliza en la web. Se trata de la sapiosexualidad, un término acuñado para quienes se sienten atraídos, en primer lugar, por la inteligencia, al momento de seleccionar a su potencial pareja.

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Aunque para ellos el aspecto físico importa, la inteligencia es el punto de partida para seleccionar a sus compañeros afectivos. En otras palabras, es una atracción netamente mental. En este tipo de relación predominan una buena conversación, alguna cita para asistir a una charla científica, por ejemplo, o una muestra literaria o artística.

Según Leonardo Amaya, psicoterapeuta en Terapia Cognitiva y experto en relaciones de pareja e inteligencia emocional, "la sapiosexualidad es una tendencia; no una condición" y es más frecuente en mujeres,  debido a que los hombres suelen atender más a factores menos elaborados, por motivos biológicos.

Amaya agrega que no es fácil rastrear con certeza el autor de este término, pues no hay  publicaciones académicas, precisamente porque no es un concepto académico, sino, mas bien, coloquial. En ese orden de ideas, se trata más de “una de esas expresiones difundidas por internet con mucho éxito”.

¿Cuáles son las características de los denominados sapiosexuales?
Según el experto, se suele describir esta conducta como “una tendencia a responder de forma afectiva ante los diálogos más elaborados, la percepción de inteligencia y las habilidades de comunicación de la pareja, privilegiándolos sobre los factores físicos que suelen atraer más en las edades más jóvenes y en los hombres”.

¿Por qué se presenta más en las mujeres?
Biológicamente, explica Amaya, "la tendencia inconsciente de los hombres es privilegiar mujeres de cadera ancha con una configuración mamaria más amplia porque el cerebro masculino identifica a esta mujer como un cuerpo que garantiza la transmisión de los genes. Las mujeres, por el contrario,  privilegian al hombre grande y con una contextura más gruesa porque garantiza la defensa física de esos mismos genes. Sin embargo, ese rasgo de la mujer es menos fuerte que el masculino".

Y es entonces, como, en los sapiosexuales, el cerebro empieza a jugar el papel de órgano sexual,  en el que se concentra todo el foco de atención y atracción. Una tendencia extrañanamente común en la sociedad actual, en la que el culto al cuerpo es el pan de cada día.