Endometriosis, una enfermedad silenciosa

Fucsia., 16/9/2014

Dolor en el bajo vientre, sangrado menstrual abundante e infertilidad son algunos síntomas de la endometriosis, una enfermedad que se produce en mujeres entre los 20 y 45 años. Un experto nos cuenta cómo prevenirla y tratarla.

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Según cifras recopiladas por la Clínica El Country de Bogotá, “un 30 por ciento de las mujeres en edad reproductiva sufren de endometriosis”, lo que afecta seriamente su calidad de vida.

Juan Carlos Ramírez, ginecólogo laparoscopista, define esta enfermedad como “la aparición y crecimiento del tejido endometrial por fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica, como lo son los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos que, en su forma más severa, afecta la vejiga urinaria o el intestino”. Aunque, asegura, es de tipo benigno, si no se trata a tiempo puede afectar otras partes del cuerpo e, incluso, tener que practicársele una histerectomía a la paciente (extracción del útero).


¿Cuáles son sus síntomas?


 Ramírez determina cinco síntomas principales, que pueden indicar la aparición de la endometriosis:

  • Dolor localizado principalmente en el abdomen, la región lumbar y en la pelvis. Este puede ser leve o severo, más aún durante la menstruación.
  • Dispareunia o dolor que aparece durante o después de las relaciones sexuales.
  • Síndrome miccional o dolor al orinar.
  • Hipermenorrea, caracterizada por sangrados menstruales muy abundantes y de duración anormal.
  • Infertilidad



Prevención y diagnóstico

Según afirma Ramírez, una de las principales maneras de diagnosticar la endometriosis es realizarse una prueba denominada laparoscopia, un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo, en el que, mediante una pequeña cámara, se examinan los órganos involucrados.

“Si la laparoscopia es hecha a tiempo puede reducir hasta en un 80 por ciento la enfermedad, reconstruyendo alguno de los órganos afectados”, agrega el profesional de la salud. Posterior a esto, si le es diagnosticada endometriosis, la paciente deberá continuar con un tratamiento con medicamentos, acompañado de controles frecuentes.

“Cuando la mujer se toma el tiempo de escuchar lo que su cuerpo le está diciendo y acude al médico, una vez sienta los primeros síntomas, la enfermedad se puede controlar, permitiéndole llevar una vida más tranquila”, concluye le ginecólogo.


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