Defectos en virtudes

Convierte tus defectos en virtudes en 5 pasos

RevistaFucsia.com, 17/1/2012

La vida está influida por cierto número de debilidades y hasta los defectos se convierten en armas secretas para triunfar. Esos defectos que todos ven y a con las que nos hacemos las de la vista gorda, también pueden ser un elemento que juegue a nuestro favor en la relación con los demás. “Dejad que nuevas virtudes vengan a ti”.

¿Te sientes rechazada porque tu forma de pensar es diferente a las demás o porque algún defecto físico te hace pasar malos ratos? Ser diferente nos define ante el mundo y nos da más ventajas de las que te imaginas. (Foto: Thinkstock) - Foto:

El terreno que estás pisando no es cualquiera: es tu vida sentimental, es tu vida familiar y tu vida social con tus amigos y compañeros de trabajo. De tus actitudes se construye tu carácter, tu forma de ver el mundo y, por ende, de tratar a los demás. ¿Cuántas veces te han dicho que debes cambiar esto o aquello? ¿Y cuántas más has creído que es imposible a estas alturas de tu vida? Sí es posible: depende lo bien que utilices tus recursos, ya sean defectos o virtudes, para querer y dejarte querer.

Ningún atributo de tu personalidad es negativo o positivo: solo depende de cómo lo uses en el campo de batalla: con tu pareja, tus amigos, tu jefe y tus proyectos de vida. 5 formas para conseguirlo.

1.    Sí, soy agresiva, ¡¡¿y qué?!!:
Principal causa, eres competitiva al límite. La agresividad es buena al momento de luchar por tus ideales, más aún si hablamos del campo laboral.  Transfórmala para tu bien sin herir a terceros: sé afable y no tengas miedo de utilizar tus cualidades profesionales. Recuerda que trabajar en equipo no solo te hace más productiva: tendrás el apoyo de otros y el resultado será óptimo. Trabajarás y otros lo harán por ti, mientras seas agradecida y justa. Sé competitiva pero elegante y eficiente al mismo tiempo, sin tener que dañar a terceros o con el ánimo de generar envidias; ese no es tu principal propósito.

2.    Feminista incomprendida:
No puedes competir en un mundo machista si lo sobrevaloras. Siéntete cómoda con el poder que te da tu género y, más que nada, aprovéchalo: disfruta de la caballerosidad de tus amigos hombres, deja que te consientan sin que esto te haga inservible o débil, pero busca la comodidad abriéndote en ámbitos que aparentemente lideran los hombres. Una mujer orgullosa de su género valora el hecho (y principalmente le gusta) de ser mujer, y eso es un gran punto a favor al momento de darnos nuestro lugar.  Disfruta de tu feminidad y sácale el jugo, desde todo punto de vista: deja que te atiendan pero no permitas que esto te haga más débil.

3.    Toda mala experiencia sirve: De nada sirve darnos golpes de pecho al momento de criticarnos destructivamente por los errores del pasado. De aquellas experiencias negativas siempre queda un consuelo que pocas veces podemos vislumbrar entre la niebla de nuestras malas actuaciones. Cada una te aporta sensibilidad del mundo y te hace más sabia. Con cada falla, tu capacidad para relacionarte con los demás mejora y ayuda a formarte cómo persona: descubre realmente quién eres y qué estas dispuesta hacer y no hacer. No se trata de ir a diestra y siniestra cometiendo actos de mala fe porque “así es como se aprende”, pero estas vivencias probarán tu carácter tarde o temprano.

4.    Depresiva social:
Encuentra un nuevo enfoque: Está bien tener sus tiempos de tristeza, de reflexión y de soledad, pero si eres de aquellas que termina encariñándose con su misma tristeza, es momento de buscar otros horizontes que te motiven a ser realmente feliz. Sacúdete de tus malas rachas, no te dejes arrastrar por ellas. No eres la mujer más de malas del mundo: eres del grupo de las que no tiene una estrategia antes los impases  de la vida, y es momento de ponerte a prueba. No importa quién eres y cuáles son tus fortalezas: tú debes ser la primera en llevar a cabo objetivos originales, motivadores y tener ideas descabelladas. Esto te mantendrá entretenida y no te dejará tiempo para pensar en la mal llamada “desdichada suerte” que supuestamente te ha tocado. Muéstrate más fuerte de lo que realmente eres, eso no tiene nada de malo si de tener coraje se trata, uno de los principales impulsores para eliminar la mala energía que se metió en ti.

5.    Diferente pero especial: ¿Te sientes rechazada porque tu forma de pensar es diferente a las demás o porque algún defecto físico te hace pasar malos ratos, incluso, todo el tiempo? Ser diferente nos define ante el mundo y nos da más ventajas de las que te imaginas. Es más difícil competir con personas que son idénticas a ti que con aquellas que no lo son.  Esta habilidad te destaca ante otros, te vuelve más reflexiva y hábil como un gato ante un mundo que, a tus ojos, es cuadriculado. Recuerda que ser diferente no es un defecto: te hace única.