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Descubre por qué la belleza no es tan subjetiva

Luisa Ramirez, 24/9/2012

Tienes dos candidatos para un empleo. Ambos son del mismo sexo, sus hojas de vida son buenas y los dos se desempeñan bien en la entrevista. Sin embargo, no puedes evitar notar el atractivo físico de uno de los aspirantes. ¿Te influenciaría su apariencia?

Pantherstock. - Foto:

Si las apariencias no importaran, ¿por qué nos vestimos para el trabajo que queremos? Las entrevistas laborales pueden ser eventos decisivos en nuestras vidas. Cuando la belleza influencia a los entrevistadores, las personas bellas tendrán carreras más exitosas que los feos – aún en empleos en los cuales la belleza física no es un requisito.

¿Está mal dejarse influenciar por el aspecto físico?
En una sociedad que normativiza en contra de los prejuicios, tomar decisiones basados en las apariencias puede ser calificado como una actitud superficial. Pero esto no siempre ha sido así. En el pasado era frecuente equiparar la belleza física con la virtud y la fealdad con la inmoralidad.

Existen dichos coloquiales como “es más feo que pegarle a la mamá” y, por supuesto, hay otros como “la belleza es subjetiva” para contrarrestarlos. Sin embargo, lo que implica el segundo dicho, que la belleza es arbitraria, es erróneo. Muchos sujetos pueden estar de acuerdo en qué es hermoso, y la biología moderna sugiere que hay una razón para ello.

Belleza bajo la lupa
Múltiples estudios demuestran una asociación entre la belleza y el éxito. Uno de ellos es el de Daniel Hamermesh de la Universidad de Texas publicado en el diario The Economist. Este economista norteamericano demostró que ante características similares, contratar al candidato más atractivo puede ser una estrategia de negocios perfectamente legítima.

Hace más de una década el doctor Hamermesh hizo una serie de encuestas en los Estados Unidos y Canadá que mostró que los feos ganan un salario menor que el promedio, mientras las personas bellas tienen una remuneración económica mayor. El “castigo” para la fealdad en los hombres fue de -9 por ciento mientras el premio para los bellos fue de +5 por ciento. En el caso de las mujeres, a pesar de los prejuicios, el efecto fue menor. El “castigo” fue de -6 por ciento y el premio de +4 por ciento.

Desde entonces, Hamermesh se ha dedicado a estudiar la belleza en todo el mundo. En China, por ejemplo, la fealdad en las mujeres es más castigada y la belleza más recompensada. En Inglaterra por otro lado a los hombres feos les va peor que a los bonitos: -18% contra un 11% respectivamente y el premio a la belleza es de +1 por ciento para ambos.

Hamermesh también vio que la diferencia es aplicable a las profesiones al evaluar la trayectoria profesional de los miembros de una facultad de derecho norteamericana. El investigador encontró que aquellos que eran calificados como atractivos según sus fotos de graduación ganaban un salario mayor que sus colegas menos favorecidos físicamente. Aún más, los abogados que ejercían en la práctica privada tendían a ser más atractivos que los que trabajaban en dependencias gubernamentales.

No solo en animales
El padre de los estudios en belleza es Randy Thornhill de la universidad de Nuevo México. Hace más de una década Thornhill analizó la asociación entre la simetría de las alas de las moscas escorpión y una mayor probabilidad de apareamiento. Luego de confirmar esta asociación, llevó a cabo estudios en personas con los mismos hallazgos.

Otros aspectos de la belleza, como la piel y el cabello, son indicadores del estado de salud. Estos son sensibles a los déficits nutricionales y a algunas enfermedades. Esto se suma al hecho de que la percepción de las personas es particularmente sensible a los defectos  en estos rasgos.

Trabajos recientes han encontrado otra asociación. Contrario a lo que dicen los chistes sobre las rubias tontas, las personas bellas parecen ser también más inteligentes.

Un estudio hecho en la Universidad de Nuevo México correlacionó la simetría corporal con el desempeño en pruebas de inteligencia. Los investigadores encontraron que a mayor simetría corporal, mejor se desempeñaban las personas evaluadas en las pruebas.

Lo que todos estos hallazgos demuestran es que la belleza es un marcador de ciertas características subyacentes como la salud, los buenos genes y la inteligencia. Por ello tiene más sentido a nivel evolutivo que nos inclinemos a elegir amigos y parejas con ciertas características físicas ya que probablemente serán mejores aliados y parejas.

Con todo esto no es sorprendente que la industria de cosméticos tenga unas ventas globales de U$280 billones.

No hay leyes antidiscriminación para proteger a los no tan bellos, sin embargo, las oportunidades que les son negadas  les permite aprender y hacer conexiones y luego, al ser juzgados por su capacidad de adaptación y capacidad biológica, hacerse más atractivos.

Con información de The Economist.