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Los secretos de una bailarina

Fucsia.co, 16/11/2016

Carolina Ramírez, actriz reconocida, que a su vez ostenta de una formación en la danza, como bailarina de ballet, danza contemporánea, y diferentes géneros de esta disciplina, es un ejemplo perfecto de lo que se ve hoy en la temporada del Bolshoi en las salas de cine del país, Fucsia quiso revelar algunos de sus secretos.

Carolina Ramírez se ha enfocado también en el teatro, lo que le permite combinar su amor por la danza y optimizar su talento actoral. - Foto:

La silueta que la envuelve, no deja pasar desapercibido son blanca sonrisa y el brillo emocionado de sus ojos. Es por esto que no es extraño percibir que las artes la atraparon desde muy corta edad. Es así, como esta vallecaucana revela que la danza la atrapó a sus cortos cinco años y aún la abraza en delicadas notas de música. “es muy difícil que un niño mantenga la disciplina desde tan pequeño, pero el apoyo que me brindó mi mamá desde que me llevó a la academia, hizo que yo fuera capaz de seguir”.

El compromiso que exige el ballet es alto, prueba de ello es la rutina que ha mantenido desde hace muchos años Carolina, cuando se encuentra totalmente inmersa en este arte. Levantarse a las 7 a.m., practicar ballet hasta que se acaba la mañana, para seguir con sus actividades diarias en la tarde, que a veces incluyen danza aérea, yoga, meditación, ejercicio. Elementos que integran el movimiento que ella considera conforman su baile.

Sin embargo, no todo ha sido piruetas y belleza estética. En un momento de su vida, por conseguir su sueño de  ser una bailarina del Ballet de la Ópera, dejó de comer para alcanzar el peso ideal, pero afortunadamente su familia cayó en cuenta de la situación a tiempo y hoy el desenlace es positivo. “Por querer alcanzar el peso ideal tuve anorexia nerviosa (…) Mi mamá me pilló a tiempo y me llevó a un nutricionista. La especialista me regañó y me remitió a un psiquiatra”, aseguró Carolina.

Hoy en día Carolina se ha enfocado también en el teatro, lo que le permite combinar su amor por la danza y optimizar su talento actoral cada día, además de plantearse una cotidianidad con un lenguaje onírico y que la lleva a manifestar sus sueños momento a momento en su realidad.