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Mal ambiente laboral

, 28/7/2010

¿Pasas demasiado tiempo en tu oficina y allí se respira un ambiente de tensión agobiante? Consejos para sobrevivir sin renunciar en el intento.

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Cada domingo en la noche Ángela, inexplicablemente, era invadida por un sentimiento de desesperación que con el paso de los meses terminaba en llanto. Su salud, la apariencia de su piel y hasta su cabello se empezaron a ver deteriorados. Su peso variaba sin explicación y ni hablar del insomnio que la venía aturdiendo.
 
Pese a lo que le venía ocurriendo, Ángela prefería no darle importancia a estas manifestaciones hasta el día en que, sin razón aparente, sufrió unas incontrolables náuseas tomando una botella de agua mientras hablaba de su difícil situación laboral con una amiga en un restaurante. Esa noche Ángela entendió que lo que vivía a diario en su trabajo la afectaba más de lo que ella podía manejar y entonces decidió renunciar. ¿Pero cuál era su fuente de estrés?
 
Cada lugar de trabajo tiene sus propias reglas. Las que define la empresa son ampliamente conocidas, pero las que se tejen entre los empleados sin ser necesariamente explícitas son las que realmente determinan el tipo de ambiente que se vive en una oficina. Para muchos, manejar ese “inframundo” laboral resulta absolutamente desgastante e incómodo, tanto que en ocasiones llega a afectar el rendimiento y la vida fuera del trabajo.
 
Resulta que en una oficina convergen decenas de criterios, voluntades, temperamentos, problemas y formas de manifestar los sentimientos. Las personas pasan allí más tiempo que en sus propias casas lo que los lleva a mostrarse tarde o temprano tal como son, con sus defectos y virtudes. Manejar esa mezcla de personalidades de las que muchas pueden no agradarte o compaginar contigo, no es tarea fácil… pero tampoco imposible.
 
Tips para sobrevivir
 
1.Exprésate: no reprimas tus sentimientos u opiniones. Habla acerca de lo que te molesta y hazle frente a las críticas ajenas pero sin enojarte. Las personas inteligentes emocionalmente son aquellas que dicen lo que piensan pero siempre con argumentos y criterios.
 
2.Da alternativas: analiza tus actitudes pues tal vez por la carga emocional a la que estás sometida tus opiniones siempre apunten a resaltar los aspectos negativos de las situaciones. Está bien que expreses tu manera de pensar pero procura siempre proponer una alternativa mejor.
 
3.Exterioriza tus emociones: no pretendas fingir que lo que te rodea no te importa porque lo único que lograrás es cargarte de malas energías y resentimientos. Además el grupo terminará por aislarte y eso puede resultar peor. Expresa lo que sientes con tus compañeros cercanos de trabajo o con tus amigas y comprueba el alivio que sentirás al decir lo que piensas.
 
4.Sé agradecida: nada te cuesta saludar, sonreír o dar las gracias y sí rompe las barreras. No dejes de actuar positivamente independientemente de que las otras personas finjan que no les importa. Piensa que tú necesitas recargarte de buena energía.
 
5.Humildad: trabajar en grupo requiere carácter para defender las opiniones pero también sencillez para aceptar las buenas ideas de los demás. Trata bien a las personas que te colaboran independientemente de su cargo en la compañía y de seguro, obtendrás de ellos una buena respuesta
 
Por último, recuerda que ningún trabajo es tan importante como para descuidar tu salud así que toma acciones que te beneficien tanto física como emocionalmente. Una buena opción es canalizar el estrés practicando yoga, meditación o tu ejercicio favorito.