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¿Nacemos con Suerte?

, 12/12/2010

Creemos que algunas personas nacen con suerte. Sin embargo, a veces es sólo una excusa para justificar lo malo que nos pasa, en lugar de tratar de ejercer... algún control sobre nuestro destino.

Dados, foto: Thinkstock - Foto:

Por RevistaFucsia.com

Recientes avances en psicología arrojan nuevos resultados que demuestran que lo importante no es la mano que te reparte la vida, sino la manera en que juegas tus cartas. Dicho de otra forma: todos somos capaces de hacer nuestra propia suerte.
‘Lo que consideramos como azar y suerte no son lo mismo’, explica Richard Wiseman, Ph.D., psicólogo de la Universidad de Hertfordshire y autor de The Luck Factor, quien durante una década ha investigado el tema, tiempo suficiente para convencerlo de que no más del 10 por ciento de nuestras vidas es azar o casualidad. ‘El resto es suerte’, afirma Wiseman. ‘Y la suerte es determinada por tu actitud hacia la vida, lo que tu das al universo y cómo respondes a los resultados’. Con esta teoría coincide Carol Sansone, Ph.D., profesora de psicología en la Universidad de Utah, quien sostiene que ‘Lo que parece ser suerte es en realidad el resultado de las percepciones, la personalidad, las elecciones y acciones, y todo eso está bajo nuestro control’.

Revista Fucsia te da algunos consejos para que hagas tu propia suerte:
1. Considérate afortunada. ¿Quieres mejorar tu suerte? Es tan fácil como cambiar tu actitud. Los estudios demuestran que las personas que se consideran afortunadas en la realidad tienden a serlo. Esto se debe a que los pensadores positivos siempre mantienen los ojos bien abiertos para buscar situaciones fortuitas, y logran identificarlas cuando surgen.
En un estudio realizado por Wiseman, investigadores pusieron dinero en una calle por donde pasaban diferentes personas, unas de las cuales afirmaban tener suerte, y que otras consideraban tener mala suerte. Mientras que los ‘suertudos’ notaron efectivamente el dinero y lo recogieron, quienes dijeron tener mala suerte siguieron por delante sin verlo. Sansone afirma que quienes se creen con suerte son muy optimistas. ‘Buscan la suerte en todo tipo de eventos, y esperan buenos resultados’. ‘Es un juego de números: Si usted cree que tiene una buena oportunidad de ganar, es más probable que participe en la polla de fútbol de la oficina o en el concurso del centro comercial de adivine-cuántos-frijoles-tiene-el-tarro’. Cuanto más te aprovechas de estas oportunidades tienes más posibilidad de mejorar tus probabilidades.
"Como se dice acerca de la lotería, tienes que jugar para ganar”, dice Daniel Chip Denman, un estadístico de la Universidad de Maryland. Si no corres riesgos y no te pones en una situación donde algo positivo puede ocurrir, no ocurrirá. Adicionalmente, debes prestar mucha atención a lo que demuestras: ‘Como actúas frente a los demás es un factor muy importante en la determinación de nuestra propia suerte’, dice Sonja Lyubomirsky, Ph.D., psicóloga de la Universidad de California. ‘Si usted emana energía positiva, la gente le responderá de manera positiva’.

2. Cambia de Enfoque. No hay nada de malo en planear. Sin embargo, las personas que son menos flexibles tienden a pasar por alto buenas oportunidades, por estar demasiado centradas en un sólo camino. De acuerdo a Elizabeth Nutt Williams, Ph.D., profesora de psicología en el St. Mary's College de Maryland, ‘Ese tipo de planificación y organización puede conducir a resultados más rápidos’, ‘Pero estar dispuesto a explorar oportunidades imprevistas pueden conducir a resultados diferentes e inesperados, a veces mejores a largo plazo’.

3.Toma más riesgos. Las personas que se consideran afortunadas tienden a tomar más riesgos, a entablar conversaciones con extraños y a seguir más oportunidades de empleo. En lugar de decirte a ti misma que no hay ‘la más mínima posibilidad de que eso me pase a mí’, piensa que ‘eso se ve bien, de pronto debo intentarlo’. Y con esta visión recibirás cosas buenas, como una silla en primera clase (simplemente porque la pediste), un novio despampanante (quien dice que no puedes hacer el primer acercamiento), o un trabajo divertido (no perdiste nada con enviar tu hoja de vida a esa revista de moda que tanto te gusta).

4. Olvida el Fracaso. Sí, a nadie le gusta fracasar. Pero no puedes dejar que una crítica te haga olvidar tus metas, o que el rechazo del empleo que tanto querías te haga darte por vencida. De acuerdo con Lyubomirsky, un rasgo importante entre las personas ‘afortunadas’, es que no se amedrentan fácilmente cuando algo no sale según lo previsto y tienden a moverse rápidamente para dar el siguiente paso. ‘Ellos tienen una forma de adaptación de tratar con el fracaso’, explica. ‘No se detienen ante lo negativo, la gente suertuda sabe que hay más de un camino para llegar a donde quiere’. En vez de ponerte de mal humor ante los contratiempos, úsalos para tu ventaja. Pregúntate, ¿Qué he aprendido de estas experiencias? ¿Qué debo hacer ahora? Recuerda: los obstáculos en el camino son sólo parte del trayecto, son oportunidades de mejorar.

5. Rompe con los patrones. El cambio es bueno. Las personas flexibles, que más se adaptan al cambio y están más dispuestas a cambiar sus rutinas diarias, también están abiertas a más oportunidades y encuentros fortuitos. Por eso, ponte en la tarea de romper con los patrones habituales. Según Denman, ‘Hacer algo fuera de lo común puede ser una gran manera de encontrar la buena suerte’. ‘Además, hay que estar mentalmente preparados para buscar el bien en cualquier situación dada’. Así que mantén los ojos bien abiertos. No verás las oportunidades potenciales si estás perdida en tu propio y pequeño mundo.