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Nuevo trabajo, ¿una pesadilla?

, 26/4/2010

Llegar por primera vez a una oficina siempre será un motivo de angustia y tensión. Aprende cómo manejar la situación y a adaptarte fácilmente.

No caigas en el error de hablar de tu vida privada por el simple hecho de poner un tema de conversación - Foto:

Nuevo escritorio, nueva organización, nuevos compañeros con sus respectivas y complejas personalidades, nuevo café, nuevo baño, nuevos horarios, nuevas dinámicas de actividades, nuevos métodos, en fin... nuevo trabajo.

Estos son sólo algunos de los numerosos desafíos que trae consigo cambiar de empleo y si a la situación se suma el reto profesional, el interés de caer bien, la necesidad de establecer una excelente relación con los superiores y la presión por entender rápidamente de qué se tratan tus funciones y mostrar resultados, pues el nuevo empleo puede hacerte perder la cabeza aún cuando apenas estés comenzando en él.

Para que esto no te ocurra, hemos preparado una corta guía que te será muy útil. Siguiendo estos sencillos consejos el proceso de adaptación al ambiente laboral será menos tortuoso y rápido de asimilar. Prepárate para brillar en esa nueva oficina.

1.Bajo perfil. No intentes ser la protagonista de las situaciones u ofrecerte a cumplir con cuanta tarea exista. Analiza bien tu entorno para determinar en qué te conviene centrarte y cuáles son las responsabilidades de tus compañeros en la cadena laboral. Recuerda que a veces menos es más.

2. A compartir. Aunque el impulso te lleve a querer salir corriendo a la hora del almuerzo tal vez a pasar ese momento con un amigo que trabaje cerca o simplemente para estar sola, ésta no es la mejor estrategia para adaptarte. Procura entonces integrarte sutilmente a la dinámica que manejan y escucha atentamente las conversaciones, esto te dará una idea de la personalidad de cada uno de tus compañeros y de qué tipo de ambiente laboral se vive. Pon en práctica este consejo y verás como más rápido que tarde dejarás de sentirte ajena al grupo.

3. Sólo asuntos laborales. No caigas en el error de hablar de tu vida privada por el simple hecho de poner un tema de conversación. Lo mejor que puedes hacer es concentrarte en buscar información que te permita saber los logros que alcanzó el empleado anterior y lo que espera la compañía de ti para enfocar entonces tu trabajo en la consecución de ese objetivo. Sé muy selectiva cuando decidas comentar algo de tu conducta extra laboral sabiendo muy bien qué decir y cómo evadir las preguntas capciosas de tus compañeros para no parecer odiosa.

4. Conociendo a tu jefe. Aunque suene un poco individualista, enfrentar un nuevo reto laboral requiere de una estrategia y qué mejor que conocer en detalle las conductas de tu superior. Esta es la razón por la que saber cómo reacciona tu jefe a las presiones o a los errores, cuáles son las prioridades que para él o ella debe cumplir la compañía y en general qué aspectos de su personalidad (no de su vida privada) son los que más molestan a los empleados actuales pueden ayudarte a manejar una relación cordial.

5. Mucho escuchar, poco hablar. Presta atención a todo lo que te dicen y de ser necesario toma nota para no cometer errores que te puedan llevar a vivir una situación incómoda. Por otro lado, cuida lo que dices y procura no hacer comentarios sobre cómo te sientes o sobre lo que te disgusta pues tus palabras pueden ser malinterpretadas.