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Por qué la ansiedad puede ser buena para ti

RevistaFucsia.com, 3/1/2012

De acuerdo con un artículo publicado en Times Magazine, la ansiedad puede ser utilizada positivamente porque puede motivarnos para agilizar acciones que bajo circunstancias normales no nos atreveríamos a llevar a cabo.

Ansiedad
Foto: Thinkstock - Foto: Thinkstock

La ansiedad es un trastorno psicológico que enmarca el conjunto de respuestas emocionales ante una situación estresante determinada, esa respuesta incluye reacciones cognitivas molestas, como pérdida de memoria momentánea o desubicación; aspectos fisiológicos caracterizados por una aceleración en el sistema periférico, aquel que regula e integra los órganos internos por medio de respuestas involuntarias; y aspectos motores observables que implican comportamientos poco adaptativos socialmente.

Aún así, está comprobado que la ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, así como el miedo, la tristeza, la ira o la felicidad, precisamente porque mueve a las personas a realizar acciones que en situaciones normales no se efectuarían.

La ansiedad como factor de impulso
La ansiedad puede ser una cosa buena, puede impulsar y motivar, siempre y cuando aprendas cómo manejarla. Muchos atletas y artistas pueden utilizar la ansiedad que les causa hacer una presentación como algo positivo para intensificar lo que no logran en la rutina de entrenamiento.

Según el artículo, existe una cierta curva de rendimiento que es incrementada por la ansiedad. Lo que hacen los artistas y los deportistas es arriesgarse en el momento justo donde la curva llega a su punto máximo, cuando los sentidos son rápidos, cuando todo está en movimiento, aprovechando el momentum en que la adrenalina liberada gracias a la ansiedad permite un mejor rendimiento.

La función psicológica del sistema nervioso simpático es prepararnos para la acción, y la ansiedad acelera la acción de los mecanismos de este sistema, por esta razón actuar bajo presión, con altas dosis de ansiedad, puede habilitarnos para alcanzar grandes logros.

La ansiedad: lo negativo
Cuando no se sabe aprovechar la ansiedad, simplemente se deja pasar ese momento de excitación y se pasa al otro lado de la curva, donde los sentidos se adormecen y la tensión es tanta que puede causar parálisis, en ese punto no es mucho lo que se puede hacer para aprovechar la ansiedad, de hecho, en ese punto preciso se obtiene un rendimiento peor.

En términos funcionales, la ansiedad acelera el sistema nervioso simpático, cuya función fisiológica es aumentar la fuerza y la frecuencia de los latidos del corazón, dilatar los bronquios, disminuir las contracciones estomacales y estimular las glándulas suprarrenales. Por eso, cuando una persona está ansiosa puede tener sudoración excesiva en la cara, las manos y las axilas y si la ansiedad llega a un mayor nivel es posible que la persona presente estreñimiento o heces sueltas, temblores, taquicardia y dificultad para respirar.

La ansiedad puede incluir un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación, aunque la persona no conozca el origen de estos síntomas. Se estima que en la actualidad un 20% de la población mundial sufre algún tipo de trastorno de ansiedad, generalmente sin saberlo.

Para convertir la ansiedad en algo positivo

•    Respira profundo: en un momento de ansiedad procura cerrar los ojos y respirar profundamente mientras cuentas hasta diez. Una de las razones por las que las personas fuman cigarrillos es para calmarse en un momento de estrés, pero no precisamente por la liberación de nicotina, sino porque aspiran el aire más despacio, hasta que se llenen los pulmones, y esta acción es naturalmente relajante.

•    Procurar no poner todas las expectativas sobre una única cosa de la que depende el resto de la ‘existencia’, por ejemplo un informe final o un trabajo del que depende el resto de la carrera, poner las cosas en perspectiva y saber que el sol saldrá al día siguiente ayuda mucho a liberar presiones en el trabajo, el hogar y el estudio.

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   Siempre tener un plan B: si es imprescindible que la vida penda de un único evento, nunca está de más tener diferentes opciones estructuradas para elegir; así, en caso de un posible fracaso, se tendrá una mejor preparación para afrontarlo.

•    Apoyo a más de una persona (o grupo de personas): es muy saludable tener distintos puntos de soporte en la vida, contar los eventos personales a personas en quienes confíes y procurar realizar actividades en diferentes escenarios.