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¡Prefiero estar sola que mal acompañada!

, 30/9/2010

Porqué es tan importante a veces estar sola que mal acompañada. Descubre cómo superar tu sensación de soledad.

Mujer abrazando una almohada, foto: Thinkstock - Foto:

Por RevistaFucsia.com

Todos nos hemos sentido solos en algún momento de nuestra vida. Forma parte de la condición humana el sentirse a veces solo, independiente de que los demás estén presentes o no.

Para algunas personas la soledad es un estado transitorio y breve, en ese caso sólo necesitan aceptarla y comprenderla. Pero para otros no es una etapa temporal sino una forma de vivir que surge al sentirse atrapados, y cuando esta situación ocurre suele producir un gran sufrimiento.

La soledad no es lo mismo que estar solo. Es muy posible estar solo y sin embargo sentirse satisfecho, realizado y en paz con uno mismo. En cambio, existe otra clase de soledad en la que te sientes infeliz al estar sola, separada del resto del mundo, incapaz de comunicarte con los demás, de mantener una conexión con los otros y es cuando cometes el error de estar con alguien (inclusive que no soportas o quieres) por el temor a quedarte sola y es cuando se debería decir: ¡prefiero estar sola que mal acompañada!

La soledad puede intensificarse por medio de lo que tú te digas a ti mismo de ella. Muchas personas albergan falsas ideas sobre la soledad y se las repiten a sí mismas, reforzando así los mensajes infelices que ellas mismas se envían. Como, por ejemplo, la idea acerca de que la soledad es un signo de debilidad, de inmadurez, de que hay algo en ti que no va bien.

Las siguientes sugerencias te servirán para hacer amistades, una o más de ellas te serán muy útiles para superar tu sensación de soledad:

1. Busca cada día distintas formas de relacionarte con los demás. Entabla conversaciones con la gente cuando se dé la oportunidad y muestra una cálida actitud a los desconocidos.
2. Participa en situaciones en las que puedas conocer a personas nuevas, quizá realizando actividades que de veras te interesen, u ofreciendo tu ayuda y apoyo a los demás.
3. Aprende de los demás. Cuando veas a alguien que sabe conectar con los demás y hacer amistades, aprende de esa persona, ya sea observándola o pidiéndole que te dé algunas ideas para desarrollar esta habilidad.
4. Fortalece tus habilidades sociales sonriendo, hablando y participando con los demás siempre que sea posible.
5. Intenta ver a cada persona con la que entres en contacto desde una nueva perspectiva en lugar de juzgarla de antemano.
6. Evita mantener una amistad íntima enseguida compartiendo tus sentimientos con demasiada rapidez o esperando que la otra persona haga lo mismo. Deja que el proceso se desarrolle de manera natural.
7. Valora todas tus amistades y sus características únicas en lugar de creer que tu soledad sólo desaparecerá al mantener una relación sentimental.
8. Prepárate para confiar en los demás sin esperar nada a cambio.

No te definas nunca como una persona solitaria. La sensación de soledad disminuye cuando te fijas y concentras tu energía en aquello que necesitas y que tú misma puedes satisfacer. No esperes que tu soledad desaparezca por sí sola; si sigues adelante con tus propósitos, al final acabarás experimentando unas sensaciones positivas. Aprender a estar sola es casi o tan importante como aprender a estar con alguien. No desperdicies tu vida estando con esa persona sólo por el miedo a no quedarte sola. La soledad es a veces la mejor consejera, sé paciente que ese ser especial que tanto esperas tocará a tu puerta.