6 razones por las que las mujeres sufren más de depresión
Fucsia.co, 1/7/2014
Ellas son más propensan que los hombres a padecer este tipo de trastorno mental, como aseguran diferentes estudios y organismos internacionales, como la OMS. Pero, ¿por qué? Aquí te damos las razones.
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La depresión es un trastorno mental que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La institución también indica que las mujeres tienen más probabilidad de padecer los efectos de esta enfermedad. De hecho, según recalca la siquiatra argentina Emilce Dio Bleichmar en uno de sus ensayos, la depresión afecta a una de cada cinco mujeres, mientras que solo uno de cada diez hombres padece su sintomatología a lo largo de su vida. (Lee el artículo La terapia sicológica para reducir la depresión)
Pero ¿por qué? Te ofrecemos seis razones por las que las mujeres sufren más la depresión.
1. Vulnerabilidad genética. Si bien es cierto que el historial depresivo de una persona, ya sea hombre o mujer, incrementa los riesgos de esta a padecer una depresión, diferentes estudiosos de la materia, como Jill Goldstein, directora de investigación del Hospital de Mujeres en Boston, Estados unidos, aseguran que las mujeres son más propensas a sufrir episodios depresivos debido a una mayor vulnerabilidad genética a la hora de enfrentarse a una situación estresante.
2. Desarrollo fetal. En esta etapa, ciertas regiones del cerebro femenino evolucionan de forma diferente a la de los hombres, lo que repercutirá en el desarrollo del futuro bebé. Esto, junto al papel que juegan las hormonas en el cerebro femenino que fomenta una mayor fluctuación de emociones y estados de ánimo (pues son las encargadas de regularlas), lo que puede desencadenar en una mayor inclinación a sufrir algún episodio depresivo en el futuro.
3. Adolescencia. Goldstein indica que, si bien antes de la pubertad no existe diferencia entre niños y niños a la hora de sufrir una depresión, existe un mayor peligro de padecerla cuándo las jóvenes alcanzan los 16 años y hasta los 20, por los cambios hormonales.
4. Efectos del embarazo. Este episodio por el que atraviesan muchas mujeres supone un catalizador para la depresión debido a la fluctuación hormonal, asegura Goldstein. Si a esto se le añade el problema para concebir un bebé, un embarazo no deseado o un aborto espontáneo, las probabilidades de padecer una depresión incrementan. Asimismo, algunas mujeres pueden sufrir la denominada depresión posparto ocasionada por una sensación abrumadora por todo lo que rodea al cuidado del recién nacido. (Lee el artículo Enfrentando una depresión post-parto)
5. Transición a la menopausia. Esta etapa resulta complicada para algunas mujeres debido a los grandes cambios físicos y fisiológicos, que experimentan y que influyen en su estado de ánimo y en el modo de gestionar sus emociones. La menopausia incrementa los riesgos en las mujeres a desarrollar síntomas depresivos.
6. La influencia del contexto. El papel de las mujeres en la sociedad, la manera en la que son criadas, los roles a los que son, en muchos casos, reducidas, generan una mayor susceptibilidad a padecer una depresión. Responder de forma efectiva y correcta al papel de madre, esposa y trabajadora a la vez incrementa el estrés en las mujeres y, por lo tanto, una mayor probabilidad de que el estado de ánimo decaiga. Diferentes estudios aseguran, asimismo, que las mujeres tienden a ser más sensibles y empáticas con las necesidades de los demás, lo que puede llevarlas a interiorizar las emociones negativas o el malestar de terceros y acabar padeciéndolas en forma de depresión. (Lee el artículo 12 movidas contra la depresión)
Pero ¿por qué? Te ofrecemos seis razones por las que las mujeres sufren más la depresión.
1. Vulnerabilidad genética. Si bien es cierto que el historial depresivo de una persona, ya sea hombre o mujer, incrementa los riesgos de esta a padecer una depresión, diferentes estudiosos de la materia, como Jill Goldstein, directora de investigación del Hospital de Mujeres en Boston, Estados unidos, aseguran que las mujeres son más propensas a sufrir episodios depresivos debido a una mayor vulnerabilidad genética a la hora de enfrentarse a una situación estresante.
2. Desarrollo fetal. En esta etapa, ciertas regiones del cerebro femenino evolucionan de forma diferente a la de los hombres, lo que repercutirá en el desarrollo del futuro bebé. Esto, junto al papel que juegan las hormonas en el cerebro femenino que fomenta una mayor fluctuación de emociones y estados de ánimo (pues son las encargadas de regularlas), lo que puede desencadenar en una mayor inclinación a sufrir algún episodio depresivo en el futuro.
3. Adolescencia. Goldstein indica que, si bien antes de la pubertad no existe diferencia entre niños y niños a la hora de sufrir una depresión, existe un mayor peligro de padecerla cuándo las jóvenes alcanzan los 16 años y hasta los 20, por los cambios hormonales.
4. Efectos del embarazo. Este episodio por el que atraviesan muchas mujeres supone un catalizador para la depresión debido a la fluctuación hormonal, asegura Goldstein. Si a esto se le añade el problema para concebir un bebé, un embarazo no deseado o un aborto espontáneo, las probabilidades de padecer una depresión incrementan. Asimismo, algunas mujeres pueden sufrir la denominada depresión posparto ocasionada por una sensación abrumadora por todo lo que rodea al cuidado del recién nacido. (Lee el artículo Enfrentando una depresión post-parto)
5. Transición a la menopausia. Esta etapa resulta complicada para algunas mujeres debido a los grandes cambios físicos y fisiológicos, que experimentan y que influyen en su estado de ánimo y en el modo de gestionar sus emociones. La menopausia incrementa los riesgos en las mujeres a desarrollar síntomas depresivos.
6. La influencia del contexto. El papel de las mujeres en la sociedad, la manera en la que son criadas, los roles a los que son, en muchos casos, reducidas, generan una mayor susceptibilidad a padecer una depresión. Responder de forma efectiva y correcta al papel de madre, esposa y trabajadora a la vez incrementa el estrés en las mujeres y, por lo tanto, una mayor probabilidad de que el estado de ánimo decaiga. Diferentes estudios aseguran, asimismo, que las mujeres tienden a ser más sensibles y empáticas con las necesidades de los demás, lo que puede llevarlas a interiorizar las emociones negativas o el malestar de terceros y acabar padeciéndolas en forma de depresión. (Lee el artículo 12 movidas contra la depresión)
