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Sin trabajo por largo rato

, 11/5/2010

Si perdiste tu empleo y llevas una prolongada temporada intentando encontrar otro, te damos algunos consejos para aprovechar el tiempo y no caer en la desesperación.

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Según los sicólogos, la pérdida del trabajo soñado que proveía estabilidad económica, proyección profesional y estatus social representa una crisis similar a la que se da cuando una persona debe enfrentar un divorcio o la muerte de un familiar.

Por la situación, la realidad se transforma drásticamente lo que conlleva a que la depresión haga su aparición especialmente en las primeras semanas transcurridas luego de dejar el trabajo. Hasta este punto, la variación en los estados de ánimo y los sentimientos de rabia son normales.

Sin embargo, cuando la búsqueda de empleo toma mucho más tiempo del esperado y la desocupación laboral se prolonga indefinidamente, el panorama es otro pues en algunas personas la desesperación se hace evidente en profundos episodios de tristeza y depresión.

Las señales de que estás entrando en ese estado son:
Dormir en exceso.
Aislamiento social.
Molestias físicas o dolores inexplicables.
Baja autoestima relacionada con la experiencia laboral.

Para que el mundo no se te derrumbe por no encontrar pronto un nuevo empleo, hemos preparado una serie de recomendaciones que pueden ser de gran utilidad. Toma nota y pon en práctica las que más se ajusten a tu situación:

Agenda diaria. Establece una rutina cada día. Esto te hará sentir que tienes el control sobre tu vida y te ayudará a organizar el tiempo para buscar empleo. En pocas palabras, tu nuevo trabajo debe ser buscar trabajo y para ello debes dedicar las horas necesarias.

Así que levántate de la cama temprano, toma una ducha, vístete como si fueras a salir (nunca se sabe si debes ir a una cita no planeada) y ponte horarios de trabajo. Por ejemplo, de 9 a 11 de la mañana busca las ofertas laborales en Internet, de 3 a 4 de la tarde haz llamadas a las agencias de empleo y de 4 a 6 entrénate presentando entrevistas con los simuladores gratuitos que encuentras en la red.

Con vocación. Contempla la posibilidad de entrar en mercados hasta ahora inexplorados. Una buena opción para saber por dónde encaminarse es analizar qué te gustaría hacer si tuvieras la oportunidad de cambiar de vida o cuál es ese talento que sabes que tienes pero que nunca desarrollaste. Mucha gente alcanza el éxito dándole un giro radical a su ocupación una vez comprende qué es lo que verdaderamente lo motiva.

Capacitación. Ahora que tienes el tiempo para hacerlo, por qué no estudiar algo que complemente tus conocimientos o que te permita generar ingresos. La excusa no puede ser el dinero porque es muy fácil acceder a clases gratuitas por Internet o adquirir destrezas en otras áreas a través de los cursos de las cajas de compensación u otras entidades. Además esto te mantiene ocupada y dispara tu creatividad.

Vida social. Procura entablar relaciones con tu entorno aun cuando sólo quieras quedarte en casa completamente encerrada. Recuerda que para conseguir un empleo también son importantes los contactos y esos los consigues y cultivas en espacios diferentes a una oficina. Si lo que te preocupa es el dinero para salir, haz un plan de gastos que te ayude a determinar cuántos días a la semana puedes ir a reuniones sociales y cuánto puedes gastar en cada encuentro.