sexo
Mundial Vs Sexo
Ellos pueden soltar el control del televisor cuando hay telenovelas, pero si se trata de ver mujeres insinuantes, especial de carros, Fórmula Uno y Fútbol, jamás.

Durante el Mundial es cuando más se exacerba (no en todos) un periodo de 28 días, que sólo les sucede cada cuatro años, y que por efecto del negocio del fútbol por efecto de los resultados de se negocio, tiene que ver con sexo. O bien, la concentración de abstinencia sexual de pareja. De alguna manera, hay razones fisiológicas para entender la concentración masculina en el Mundial. Es como si les produjera un estado de hipotiroidismo, que para muchos médicos está asociado con una disminución de la actividad sexual.
Con razón, la relación sexo y deporte, u hombre y síndrome Pre-Mundial viene a ser tratada por esta época. En el mundial pasado, la revista News Scientist luego de estudiar por años la fluctuación de testosterona, el biólogo Gerald Lincon, de la Unidad de Ciencias de la Reproducción Humana del Medical Research Council, en Escocia, determinó que la baja en los niveles de hormona masculina los vuelve irascibles, sensibles y poco comunicativos en el plano sexual. Un fenómenos que, a pesar de no ser cíclico como ocurre en las mujeres, denominó Síndrome de Irritabilidad Masculina.
El Mundial para ellos es como un orgasmo esperado: es la sensación más placentera que pueden experimentar y que permite que algunos hinchas ( también mujeres) se destapen en los estadios, un acto casi involuntario de alegría, por un gol, una buena jugada de clasificación. Hasta el 11 de julio fecha de la final, la testosterona, la oxitocina, las endorfinas, la prolactina, la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, o sea, todas las hormonas involucradas en la actividad sexual, parecen fluir con el grito de “gol”.
Ahora bien, la liberación de ese cúmulo de hormonas calientes baja la actividad de la tiroides y causa efectos sedantes y analgésicos: fuman, incluso siendo fumadores esporádicos; si no, se voltean y se toman una siesta hasta el siguiente partido. Y no es una exageración. Si de orgasmo sexual se tratara. Se sabe que la descarga eyaculatoria promedio es de cuatro centímetros cúbicos, que en función de las proteínas y grasas contenidas en el semen, daría un valor calóricos menor de 36 calorías. Por lo tanto, una eyaculación normal no debería debilitar a un hombre según eso, pero les pasa.
En cambio, en las mujeres, hay estudios que indican que las endorfinas, por ejemplo, pueden elevar el umbral del dolor, combatir el estrés y aliviar ciertas dolencias crónicas como la lumbalgia. La liberación de las propiedades de ese neurotransmisor no sólo está asociada al sexo, sino al deporte.
Pero, el gasto calórico del acto sexual depende, además de la postura, de cada quien, llegando a quemar hasta 600 calorías. Lo que resulta comprobable es que una relación sexual, aunque se cuente que en los hombres equivale al esfuerzo físico de subir unos cuantos pisos por la escalera o trotar 15 minutos o ver un partido de fútbol por televisión, en las mujeres, es mucho mejor que jugar un partido de fútbol.