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Tantra más allá del placer

, 2/8/2009

Mujeres complacidas, hombres multiorgásmicos sexo durante horas, estos son algunos de los resultados que deja el tantra.

En el sexo tántrico los amantes se desvisten lentamente. - Foto:

El éxtasis total se puede alcanzar con el Tantra. En su búsqueda de la energía cósmica, esta filosofía espiritualidad el sexo, lo convierte en un acto sagrado guiado mentalmente por la excitación que hace que la zona genital hacia el cerebro a través de la columna vertebral; una experiencia conciente que va más allá del placer.

La propuesta del Tantra es que el ser humano experimente la divinidad de la creación en cada acto de su vida. En contraste son ciertas doctrinas que proclaman el cuerpo como fuente de pecado y obstáculo para la realización espiritual, el tántrico considera su cuerpo como un medio de vivenciar esa divinidad, por eso, uno de los principales aspectos del Tantra y uno de los más conocidos en Occidente es la visión que tiene del sexo.

Tantra para principiantes

Éstas son lagunas de las recomendaciones del ritual tántrico para las parejas que buscan iniciarse en la práctica sexual sacralizada:

En el sexo tántrico los amantes se desvisten lentamente, respiran suave e intensamente y se miran a los ojos. Comparten un ritual previo, como bañarse juntos, intercambiar regalos, darse un masaje corporal, bailar, chuparse los dedos o pintar el cuerpo de su amante.

Durante el encuentro, las luces permanecen prendidas o algunas cortinas abiertas para poder contemplarse. Los amantes purifican y preparan físicamente sus cuerpos y crean un espacio sagrado adornado con telas, flores, velas y aromatizan con esencias o inciensos.

1. Contempla el cuerpo de tu pareja:
Siéntate cara a cara con tu pareja. Respira profundo y pon tus manos sobre las rodillas con las palmas hacia arriba. Mira a tu pareja a los ojos y piensa que éstos son “la ventana del alma” de tu amante.

2. Armonicen la respiración:  
Recuéstate sobre su lado izquierdo junto a tu pareja, es decir, en posición fetal, los dos mirando a la misma dirección. El que se sienta más tenso puede adoptar la posición interna.Cierren los ojos y relájense. Cada uno debe concentrase en su propia respiración y cuando estén listos pueden fijar su atención en la respiración. Ahora si pueden sincronizar su respiración, tomando aire a tiempo, manteniéndolo y luego exhalándolo a la vez. La práctica se repite durante cinco o diez minutos.

3. Dos cuerpos en uno:
Recuéstense sobre la espalda en un espacio amplio, pies con pies. Doblen sus rodillas e intercalen sus piernas, formando un solo cuerpo con la cabeza en el extremo. Permanezcan inmóviles en esta posición mientras concentran  su atención en el propio cuerpo, de la cabeza a los pies. Cada uno debe separar la sensación de su  cuerpo del de su pareja.

Luego cada uno empieza a notar le cuerpo del otro, imaginándolo como parte suya, interioricen esta visión de los dos formando un solo ser y permanezcan así quince minutos. Una vez perfeccionado este ejercicio pueden abrasarse frente a frente, labios con labios, vientre con vientre, creando un continua flujo de energía que circula por la figura ovalada que forman sus torsos. Imaginen que su cuerpo físico, personalidad y toda individualidad se ha desvanecido dejando sólo el flujo de energía. Concentrándose en ese flujo de energía.