sexo

Todas en contra de la disfunción eréctil

, 29/5/2009

Los últimos tratamientos para combatir la impotencia masculina involucran cada vez más a la mujer como la influencia clave para que ellos busquen ayuda médica.

Las terapias actuales incluyen medicación, la cual resulta efectiva en la gran mayoría de los casos. - Foto:

“No se qué hacer” “Será que ya no le gusto” ”Tendrá otra mujer” Tales son las respuestas más frecuentes que se dan las mujeres que lo han vivido. Las que sí ha experimentado alguna vez la impotencia de sus amantes, repiten todo esto pero además tiene cierto humor. “ No me volvió a hablar” cuenta una universitaria que se fue a la cama con un desconocido que conocido en una fiesta .

La pasión no pude ser consumada porque “ no le funcionó bien”. Se refiere a que él no pudo mantener la erección de su pene en el vigor que se necesita para llegar al coito.
“ Qué pena contigo” le dijo él, avergonzado y sintiéndose ridículo. Ella le respondió que se preocupara, pero por dentro se reía, pensando en que su galán era supuestamente un supermacho y “no salió con nada”.

La impotencia es motivo de chistes y comentarios, que alivianan la tensión que produce, pero en la realidad, los estudios muestran cifras dicientes. Algún grado de disfunción eréctil afecta al 52 por ciento de los varones después de los 40. 31 por ciento de forma leve, 12 por ciento en forma moderada y 8 por ciento en forma severa. No obstante, apenas el 9 por ciento de estos pacientes recibe tratamiento.

En la mayoría de los casos, las parejas estables se han visto afectadas por esta anomalías sexuales, caen en el jugo del malentendido sin fin. Ellos se desesperan, se sienten humillados en su masculinidad, pero no hablan de un problema que no lo entienden. Las mujeres armamos una tragedia a punta de suposiciones, cuernos y desamor. Los que deciden confesar lo que les pasa, corren el riesgo de que no les crean. La comunicación se rompe. Luego viene la distancia, las peleas, y tal vez el fin.

También hay muchos casos en los que la unión persiste bajo el tedio. “Es increíble la capacidad de resignación que pueden llegar a tener algunas mujeres”, apunta la ginecología Patricia Aliaga. “ Por temor a dañar la autoestima de sus parejas, ellas aceptan las disfunciones en silencio”, afirma la especialista. Otras reprochan a sus parejas por su trastorno, lo cual los hace sentir solos y lo inhibe para buscar ayuda especializada.

Las terapias actuales incluyen medicación, la cual resulta efectiva en la gran mayoría de los casos. Según un estudio de los laboratorios Bayer, 69 por ciento de las encuestadas confirmó una notable mejoría en su vida sexual después del tratamiento, al tiempo que 71 por ciento de ellos opinó lo mismo.

El mercadeo ofrece actualmente pastillas cuyo efecto dura 24 horas. Eso no significa que el que las tome tenga una erección todo el día, sino cuando hay estímulos eróticos y se inicia la actividad sexual. Esto es especialmente una buena noticias para las mujeres, quienes en las encuestan reflejan que uno de sus temores frente a las pastillas como el viagra y sus similares, es que se pierde la naturalidad. Lo que algunos doctores llaman “efecto cenicienta” es decir que las bondades de la droga desaparecen en el mejor momento de la relación.
Las medicinas son más eficaces cuando se acompañan con sesiones de psicoterapia para la pareja. Actualmente, la tendencia es acercar a los dos géneros, haciéndolos conscientes de su manera divergentes de asumir el sexo, y por ende la impotencia. Por tradición, el machismo ha reducido la sexualidad masculina a la penetración por eso resulta tan grave para el hombre sentirse impotente.

Por ahora, los especialitas aconsejan a sus pacientes concederle menos importancia al lado físico. Abordar el sexo de una manera menos genital y más afectiva tal como lo desean las mujeres.