Novatos

Viaje al fondo de si mismo

, 15/7/2009

La meditación es una técnica que consiste en intimar con lo uno mismo.

La meditación es un estado de reposo que ocurre en forma natural. - Foto:

Quienes practican la meditación aseguran que es “un recreo de la mente”. Y es cierto. La meditación es energía, liberación y claridad, todo en un mismo paquete. La vida cotidiana pasa a gran velocidad y viene cargada de angustias, dolores, pensamientos y, por su puesto, estrés. Para un occidental común y corriente encontrar métodos que permitan descargar su cabeza y su cuerpo de estas tensiones, es casi tan importante como aprender a respirar.

La meditación es un estado de reposo que ocurre en forma natural. Incluso los expertos sostienen que se descansa más en estado meditativo que durante el sueño. La meditación es innata y el cuerpo sabe cómo realizarla, ya que éste tiene la capacidad instintiva de entrar en estado de reposo profundo y recuperarse, para curarse y asimilar nuevos conocimientos. Las razones para meditar sobran. La mente funciona a toda velocidad y dispara pensamientos en muchas direcciones, y al mismo tiempo vemos televisión, leemos un libro o manejamos y nos metemos en trancones.

Para principiantes
Para comenzar a meditar, escoge un lugar tranquilo y en silencio donde puedas sentarte. La mayoría de las personas aficionadas prefieren meditar por la noche antes de acostarse. Lo importante es sentarse cómodamente pero manteniéndote alerta. La idea, por supuesto, es no quedarte dormida. Cierra los ojos y concéntrate en la respiración. Es normal que al principio te parezca un poco difícil., pues miles de pensamientos te pueden distraer. Lo importante es encontrar un método de concentración que te funcione. Uno sencillo, que es muy utilizado por muchos principiantes, consiste en contar el número de las inhalaciones y exhalaciones en grupos de diez. Otras se centran en el aire que sale por la nariz o en los pulmones cuando se llenan y se vacían. Mantén esta posición por cinco o diez minutos y poco a poco aumenta este tiempo.

Un principio fundamental es comenzar con una rutina corta. A medida que veas los beneficios de la meditación, puedes ir aumentando el tiempo. Puedes meditar durante un minuto o durante una hora. Las dos son poderosas, las dos crean sensación de descanso y de tranquilidad. Aparte de todo, entrar en el mundo de la meditación no implica realizar cambios drásticos en la alimentación o en los “vicios.” Meditar tampoco significa adoptar la posición de loto y repetir: ¡moho!!!. En pocas palabras meditar es aprender a respirar.

Después de la primera meditación seguramente te preguntarás: ¿Por qué estoy haciendo eso? Los resultados de este ejercicio no se ven inmediatamente, por lo que es fundamental meditar con frecuencia y regularidad. Con el tiempo te transformarás en una persona más tranquilla, más despierta y sobre todo, mucho más conciente.

Si te interesa el tema, puedes empezar con un grupo de meditación. Es importante que recuerdes que meditar es entrar en un estado en el que el cuerpo y la mente se relajan completamente para llegar a lo más intimo del ser.