Música
“Viví con miedo”: Melissa Láhur alza la voz contra el acoso en redes y hoy canta con más fuerza que nunca
La cantante colombiana no solo enfrentó el odio digital, también se reconstruyó emocionalmente tras años de angustia. Con el apoyo de su familia, la terapia y su propia voz, encontró un nuevo camino. En su música más reciente canta por ella… y por todas las que aún tienen miedo de hablar.

Durante cinco años, Melissa Láhur convivió con un temor silencioso. Detrás de sus canciones y de la imagen alegre que proyectaba en redes sociales, se ocultaba una pesadilla que la consumía emocionalmente: un caso sostenido de ciberacoso que no solo la afectó a ella, sino también a su entorno cercano. Hoy, decidida a dejar atrás el silencio, la artista (recordada por su participación en A otro nivel de Caracol Televisión) habló con Fucsia sobre ese capítulo oscuro de su vida y cómo ha logrado reconstruirse desde el arte, la fe y el amor propio.
La historia comenzó en 2018 con lo que parecían simples insultos en redes sociales. “Los típicos comentarios ofensivos que uno cree que puede manejar”, recordó Melissa. Pero lo que parecía un ataque esporádico se transformó en una campaña constante de odio. “Esto fue creciendo muy rápido. A los dos días ya eran seis cuentas falsas. Después comenzaron a atacarme en todas las plataformas: Facebook, Instagram, YouTube... no había escape”.
En aquel momento, Melissa comprendió que lo que enfrentaba ya no era bullying digital, sino una forma sostenida y sistemática de acoso que alteró profundamente su salud emocional. “Te hace dudar de ti, de quién eres. Empiezas a ver defectos que no veías y a preguntarte si, tal vez, esa o esas personas tienen razón”, admitió.
Lo más alarmante es que, pese a tener sospechas claras sobre quién o quiénes estaban detrás de los ataques, nunca logró obtener las pruebas necesarias para una denuncia formal. “Intenté acudir a las autoridades en Canadá, donde vivía en ese momento, pero me dijeron que no podían hacer mucho”.

La importancia de no callar
Lo que salvó a Melissa fue su red de apoyo. Desde el primer mensaje ofensivo, decidió contárselo a su esposo. Luego, a su familia y a sus amistades más cercanas. “Ellos escucharon la misma historia una y otra vez. Y aunque yo sentía que repetía lo mismo, el solo hecho de saber que alguien me escuchaba me daba fuerzas para seguir”, dijo.
Reconoce que muchas víctimas se quedan calladas, no solo por miedo, sino por vergüenza. “Hay gente que se siente avergonzada de los insultos que recibe. Otras, porque han compartido fotos íntimas y temen ser juzgadas. Pero el error no está en quien confía, sino en quien traiciona esa confianza para hacer daño”.
En su caso, aunque nunca compartió material íntimo, fue víctima de difamación. “Esta persona decía que yo hacía contenido para adultos, que ofrecía servicios sexuales. Todo era falso, pero el solo hecho de leerlo una y otra vez te desgasta, te rompe por dentro”, contó con voz serena pero firme.

El impacto emocional y el camino hacia la sanación
Durante esos cinco años, Melissa experimentó episodios de angustia, ansiedad y tristeza profunda. Por eso, además del apoyo familiar, decidió buscar ayuda profesional. “Fui al psicólogo cuando sentí que la tristeza era diaria, que me costaba respirar, que el miedo ya era parte de mi rutina”.
Esta decisión fue clave para empezar a tomar distancia del daño emocional. Aprendió a no apropiarse de los mensajes violentos. “Si alguien te entrega algo que no quieres, nunca será tuyo. Aprendí a no quedarme con esas palabras, a no interiorizarlas”.
También entendió que el primer paso siempre debe ser hablar con las autoridades y crear un registro legal. “Así creas que no van a hacer nada, se debe dejar una constancia. Si algo llega a pasar en el futuro, ya hay una historia construida. No permitan que el silencio se vuelva una norma”.

La música como refugio y catarsis
Tras cerrar este ciclo oscuro, Melissa ha encontrado en la música una vía para sanar. El 2025 llega cargado de nuevos lanzamientos y, especialmente, de un álbum que cataliza todo este proceso. “Este disco habla de sentirnos fuertes, de celebrar nuestra valentía y nuestro valor. No solo desde lo que mostramos, sino desde lo que sentimos”, reveló emocionada.
Aunque algunas de sus letras no abordan el tema de manera explícita, la estética, el tono y la actitud con la que canta son un manifiesto en sí mismo. “Mi mensaje es que no importa cómo nos veamos físicamente, lo importante es lo que llevamos en el corazón. Y eso es lo que intento mostrar con cada letra y tema”.
Para Melissa, el punto de partida de cualquier transformación es el reconocimiento de las propias vulnerabilidades. “Hay partes de nosotras que no nos gustan, y está bien. Lo importante es abrazarlas, entenderlas y sacar de ellas lo mejor. Solo así podemos ver el valor en los demás”.

Un mensaje para quienes hoy enfrentan el miedo
Melissa Láhur no solo canta, también alza la voz por quienes aún no pueden hacerlo. Por eso agradece espacios como este, donde puede contar su historia y tender una mano simbólica a otras mujeres. “Hablar sana. Conversar desde el primer momento puede marcar la diferencia entre hundirse o salir a flote”.
Y aunque su caso no encontró justicia en lo legal, ella se niega a quedarse con la impotencia. “Trabajé en mí. Me reconstruí desde adentro. Y hoy puedo decir que soy más fuerte, más segura y más feliz”.
Desde la música, desde la palabra y desde su experiencia, Melissa hoy representa una voz valiente que nos recuerda que la violencia digital también duele, pero que ninguna herida es más fuerte que la decisión de sanar.