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Kate Upton: ¿la reencarnación de Marilyn Monroe?

Revista FUCSIA, 20/11/2013

Kate Upton es la bomba sexy del momento. Gracias a sus voluptuosas curvas, que han ocupado las portadas de las revistas más prestigiosas, a su millón de seguidores en Twitter y a sus sensuales videos, acaba de convertirse en la modelo del año.

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“Nunca la usaríamos”, sentenció el año pasado Sophia Neophitou, la encargada de dar
la última palabra en cuanto a quién podría integrar los famosos desfiles de Victoria’s Secret, refiriéndose a Kate Upton. La experta calificó el look de la joven de “demasiado obvio” como para formar parte de la pasarela celestial. “Es una chica para la página número tres”, en alusión a la sección erótica de un diario sensacionalista. Su conclusión fue tajante: “tiene el tipo de las esposas de los futbolistas, con un pelo muy rubio y esa cara que cualquiera con suficiente dinero puede salir a comprar”.

Pero al parecer, pese a sus conocimientos, la editora de moda no anticipó que la mujer a la que criticó por su estilo vulgar no estaría en una tercera página sino en la portada de la prestigiosa Vogue norteamericana. Anna Wintour, biblia en la materia, la escogió para que apareciera en la edición de junio de 2013 adornando su despampanante figura con un vestido de Dolce & Gabbana.

 Por si fuera poco, protagonizó, por segunda vez consecutiva, la publicación anual dedicada a trajes de baño de Sports Illustrated. También Elle le otorgó el mismo lugar, y fue la tajada más provocativa de la torta de celebración de cien años de Vanity Fair, que le dedicó su carátula conmemorativa con una imagen suya a lo Marilyn Monroe. Sin duda se trata de méritos que envidiaría cualquiera de los ángeles de Victoria’s Secret y que hicieron que Upton recibiera el título de Modelo del Año en los Style Awards.

A sus 21 años, el símbolo sexual del momento no tiene la apariencia de las típicas maniquíes de hoy. Incluso en los medios ha habido debates sobre si está gorda o simplemente tiene curvas más prominentes de las habituales en los desfiles y anuncios. Ningún artículo que hable sobre ella escapa a las alusiones sobre su busto.



Hay quienes dicen que Upton es una mezcla perfecta entre la coqueta caricatura de Jessica Rabbit y la seductora Monroe, de quien no solo tiene el color del pelo sino un lunar similar que luce junto a su boca. También la han comparado con bellezas clásicas como las actrices Jean Harlow y Jayne Mansfield. Y por su sensualidad atlética también la asocian con la modelo de finales de los años setenta Christie Brinkley.

“Marilyn Monroe, Farrah Fawcett... Cada cierto tiempo Estados Unidos produce un espécimen de este tipo que acelera los corazones”, afirmó el periódico británico The Sunday Times al explicar el fenómeno Upton, la rubia ícono de la nueva generación. Elaine O’Connor, directora de la Wigs and Gowns School of Fashion Law, de Londres, aseguró a FUCSIA que “está allanando el camino para modelos de diferentes formas y tamaños.

 Es mucho más fácil identificarse con ella para las mujeres del común, a pesar de que es deslumbrante. Solo el tiempo dirá si es una excepción en la industria de la moda o si esta realmente aceptará el cambio”. Upton se siente satisfecha de ser un buen ejemplo: “no pienso matarme de hambre. Ahora que al mundo de la moda le gusta la idea de tenerme, estoy feliz de estar en capacidad de influir”. Su confianza en sí misma es uno de sus grandes atractivos.

A esto se suma que Upton es una digna representante de la era digital y de las redes sociales, que sabe cómo autopromocionarse. Saltó a la fama en 2011 cuando se hizo popular en YouTube un video en el que bailaba espontáneamente, mientras observaba un partido de baloncesto. Al año siguiente, en la misma página, mostró sus sensuales movimientos en un diminuto bikini que parecía luchar contra la gravedad. La escena, grabada durante una sesión de fotos frente a la picante cámara de Terry Richardson, ha sido vista por más de 18 millones de espectadores.



También se hizo popular la invitación que por ese medio le hizo un jovencito para que lo acompañara a su prom. Ella le respondió que revisaría su agenda, aunque posteriormente declinó el ofrecimiento. Y en Twitter ya cuenta con más de un millón de seguidores, en su mayoría hombres, que estarían de acuerdo con el lema que la modelo tomó de la actriz Mae West, mujer fatal de los 30: “demasiado de algo bueno puede ser maravilloso”. En 2012 su nombre fue el cuarto término más buscado en Yahoo, solo detrás de “elecciones, iPhone5 y Kim Kardashian”, y al mismo tiempo llegó a ser la Kate más buscada en Google.

No hace mucho las pasarelas eran el camino lógico para llegar a las revistas y campañas publicitarias. Upton no siguió este patrón. “No solía comprar las revistas que tenían modelos en las portadas porque no las conocía. Creo que hacer esto me da una personalidad con la que la gente se puede conectar”, expresó a la revista Vogue al hablar sobre su éxito en Internet. Sobre el mismo tema opinó para The New York Times: “¿por qué no tener una modelo celebridad? ¿Por qué no una chica que llegue con sus propios seguidores? Así es como los consumidores de hoy deciden qué comprar”.  
Más que una supermodelo, Upton quiere ser una supermarca.

Tal vez heredó la vena de su bisabuelo, quien fue uno de los fundadores de Whirlpool. Por lo pronto, participó en el diseño de trajes de baño para Beach Bunny y planea empezar su imperio con una línea de ropa interior, porque está cansada de no conseguir los brasieres apropiados. Curiosamente la joven que hoy casi mide 1,80, en su adolescencia era bajita y tan plana que usaba medias como relleno. A los 15 se estiró y brotaron de la nada sus magic boobs, como ella llama a sus senos.

Confiesa que hubo muchos rumores incómodos en el colegio de cómo las había conseguido, pero le sirvieron para tener sus primeros contratos posando para catálogos. Sin embargo, haber crecido en la Florida, al lado de la playa, la hacía soñar con aparecer en Sports Illustrated. Aunque varias agencias la rechazaron, ella se encargó de convencer a la prestigiosa IMG, que representa a modelos de la talla de Gisele Bündchen y Kate Moss, y fue así como a los 18 cumplió su meta luciendo un bikini pintado sobre su cuerpo, la antesala a sus dos portadas en la misma publicación. 

Ese carácter decidido que la hace lograr lo que desea, se forjó en una familia de atletas competitivos. Ella ha sido campeona de equitación en cinco oportunidades. La evidencia de su pasión por los caballos es un tatuaje de herradura que lleva discretamente en la muñeca. “Uno debe pensar al hacérselos, ¿qué voy a amar por el resto de mi vida?”, explicó a GQ. Por eso en uno de sus dedos tiene pintada una cruz indeleble. Lo hizo como muestra de su fe cuando en una sesión de fotos la hicieron quitarse un collar con este símbolo que le había regalado su mamá.

De hecho, Kate nació en la región más conservadora de Michigan, donde su tío Fred Upton ha sido congresista republicano por más de dos décadas. “Después de salir en Sports Illustrated me sentí mal conmigo misma durante un mes. Cada hombre que se me acercaba era casado o estaba a punto de hacerlo. Me sentía como su último regalo de soltero”, reconoció a Elle.

A pesar de su juventud, Kate Upton se ha encargado de ir en contra de los estereotipos. No se limitó a ser “la reina del bikini”, como solían llamarla despectivamente aludiendo a que desfilar vestidos de baño no significaba pertenecer a la élite de la moda. Su silueta, que para algunos críticos era más bien apreciada en otras épocas, ha sido imagen de Guess, Sam Edelman y Mercedes-Benz, y ya cautivó a marcas de lujo como David Yurman y a diseñadores como Michael Kors.

Ha pasado por el set de presentadores de la talla de David Letterman y pronto se estrenará su tercera película, The Other Woman, en la que actúa junto a Cameron Díaz. Y lo mejor de todo: terminó cerrándole la boca a quien se atrevió a decir “nunca la usaríamos”. En su último catálogo, Victoria’s Secret terminó utilizando unas fotos de archivo que la compañía tenía de la modelo. Sin duda, la victoria más dulce.