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Una mujer de carátula

, 13/9/2012

Su imagen está en todas partes. En revistas, comerciales de televisión, vallas, desfiles y hasta en cuadernos. Esta rubia platinada que encanta a los colombianos desde los 13 años es la imagen y gestora de su primera línea de ropa interior: Bronzini by Ana Sofía.

Fotos por: Raúl Higuera - Foto:

Ana Sofía Henao, esa chica de ojos claros, cuerpo escultural y un largo pelo rubio acompañó a las aulas de clases a miles de escolares y universitarios por nueve años consecutivos. Fue una de las conocidas ángeles de las vallas publicitarias junto a Claudia Perlwitz y Tatiana de los Ríos. Aunque mide solo 1,70 m, la potencia de su belleza y su figura la llevó a protagonizar las pasarelas más importantes de las ferias colombianas y muchas otras en el exterior. Por unos años nadie volvió a oír su nombre, mientras que nuevas caras inundaron el mundo de la moda y la publicidad; pero ella nunca estuvo fuera del radar. En la pasada edición de Colombiamoda, encabezó uno de los desfiles más aplaudidos y desde entonces muchos se preguntaron qué había pasado con la eterna niña de los cuadernos. Mientras se pensaba que su cuarto de hora ya había pasado, la antioqueña se alistaba para regresar pisando fuerte. Un proyecto con la marca de ropa interior Bronzini, de Almacenes Éxito, le llegó en el momento justo, y aunque nunca ha dejado de trabajar, se toma el tiempo necesario para que sus decisiones siempre sean las correctas. Es por eso que deja en su baraja de contratos los que más le aporten a su crecimiento profesional y personal.

“Siempre tuve claro que quería ser modelo, posaba en las fotos familiares y de los paseos. Cuando tenía 13 años senté a mis papás y les dije que quería dedicarme a modelar; desde entonces conté con su apoyo, nunca me han abandonado y tampoco se opusieron a nada”, así cuenta Ana Sofía cómo fue su entrada al mundo de las pasarelas a través de la ya extinta agencia Pro Models, con la que súbitamente incursionó en Colombiamoda desfilando para los diseñadores John Miranda y Carlos Pinel. Más adelante, la promisoria adolescente tuvo un mánager a su disposición que la asesoró en la descarga de contratos que se le vino.

Disciplina, esfuerzo, trazarse metas altas y cuidar su imagen con esmero y sin obsesión fueron los pilares básicos y su guía para aprovechar todas las oportunidades que la convirtieron en una top. Quién no recuerda su color dorado, tan intenso y provocativo, que acompañó los comerciales de la cerveza Cristal Oro años atrás y que también la puso en la mira de varias marcas que se la disputaban para que los representara. Enseguida vinieron las carátulas y editoriales de revista.

Aunque los medios antioqueños hicieron de ella un boom, su primera aparición en un medio nacional fue en la revista Cromos, de la cual recuerda que su madre la asesoró en todos los detalles hasta que quedó como lo que es, una mujer de portada.

Creyente y apasionada por lo que hace, Ana Sofía Henao alcanzó la cúspide cuando se convirtió en la primera mujer en estar en las cubiertas de cuadernos para adolescentes. Aunque grandes y pequeños fueron los responsables de su éxito, las madres de los escolares eran las que más los compraban para el regreso de sus hijos a las aulas. “Recuerdo con mucha emoción esa etapa de mi vida. Trabajamos mucho durante nueve años seguidos, la producción fue impresionante y la respuesta del público también. Los niños me dejaban maletas llenas de cuadernos en la portería de mi casa para que, además de firmarles, también le marcara la materia a cada uno. En promedio me demoré un mes y medio marcando cuadernos”. Los útiles escolares con su imagen llegaron hasta México y otros países de Latinoamérica, y despertaron el cariño de muchos seguidores, incluidas niñas y monjas, que se acercaban a ella cuando realizaba activaciones de marca en centros comerciales.

Ana Sofía, íntima
Soñadora, admiradora de la top model brasileña Adriana Lima y lectora constante de novelas góticas, así es esta paisa que no concibe el desayuno sin arepas y se derrite ante un helado de vainilla.

Creativa, carismática y cinéfila, Ana Sofía dejó por un momento las cámaras, los flashes y lentes para pasar a un aula de diseño y creación, donde junto con el equipo creativo de Bronzini, la línea de ropa interior del Éxito, se empeñó en sacar al mercado su primera colección de ropa íntima. Ella, que nunca ha dado de qué hablar, ni ha protagonizado escándalos, ni se anda “empelotando” en público y que se sonroja ante un cumplido, asegura que cada prenda tiene plasmado su lado más romántico, atrevido y sensual. Los básicos blanco y negro, tonos pasteles con acentos de neón y colores fuertes son la carta de presentación en varios diseños que conjugan comodidad, libertad y frescura.

Sin dejar a un lado otros proyectos publicitarios que tiene fijados en su camino, la modelo antioqueña aprovecha el poco tiempo libre que le queda para dibujar. Planea publicar un libro de cuentos infantiles con ilustraciones de dragones, hadas y extraterrestres trazados por ella misma. Empecinada por siempre guardar un halo de misterio frente a sus próximos proyectos, cree firmemente que la clave está en no saturar al público con su imagen, como ha sido el caso de otras modelos de su talla que inundan el mercado mes a mes. Aunque es consciente de que debe adaptarse a los tiempos modernos, Ana Sofía aún no está muy familiarizada con el manejo de las redes sociales, a pesar de que tiene varias cuentas a su nombre en Facebook y en Twitter, sobre las cuales afirma que ninguna es auténtica y controlada por ella. Es por esto que se ha puesto la tarea de abrir próximamente una cuenta oficial en la web, para compartir sus momentos detrás de cámaras con sus más fieles seguidores, al mejor estilo de modelos twitteras como Alessandra Ambrosio y Heidi Klum. Y también siguiendo el ejemplo de ellas, la colombiana toma una metáfora de la moda para contestarles a quienes piensan que su cuarto de hora ya pasó: “Lo que queda de Ana Sofía Henao todavía es mucha tela por cortar”.