Creadoras sin límites
La conquistadora de terrenos desconocidos
De la mano de la tradicional marca europea de espadriles Castañer, Silvia Tcherassi vuelve a pisar fuerte en el mundo del calzado. Además, continúa expandiendo su marca a un estilo de vida que incluye la creación de su propia fragancia.

¿Qué es ser un diseñador hoy en día? Ya no es ese contador de historias que, recluido en un estudio, piensa en una única materia de expresión; ya no es el creador identificado por hacer un objeto y llevarlo a la perfección. Silvia Tcherassi lo sabe bien. Ella, que posee un mundo interior tan propio, ha sido testigo de que lo importante no solo es tener un producto, o una marca: “Ahora lo importante para un diseñador es tener la capacidad de trasladar su visión incluso más allá de su marca, de su segmento o incluso de su área”, explica la barranquillera, que emprende un nuevo proyecto en colaboración, esta vez con la emblemática compañía española de espadriles Castañer.
La marca, que ha atravesado indemne décadas y décadas, desde 1776, manteniendo la fidelidad de sus clientas, ha hecho asociaciones con diferentes creadores desde hace más de cincuenta años. La primera fue con el diseñador Yves Saint Laurent y a partir de allí se han desprendido todo tipo de intercambios que incluyen marcas como Oscar de la Renta, Chanel y Fendi, que han llevado a terrenos insospechados ese zapato natural, sofisticado pero sencillo, hecho siempre de yute y algodón, conocido en España como espadril. Este trabajo en conjunto con la diseñadora colombiana es la primera colaboración que hace la firma en Suramérica. “La marca Silvia Tcherassi es muy importante no solo en Colombia, sino en América Latina, y creo que esta unión será muy provechosa para ambos”, explica Antonio Castañer, consejero delegado de la empresa española.
El primer acercamiento entre estos dos grandes de la moda se labró el año pasado. Silvia Tcherassi ya había desarrollado órdenes especiales con la marca que puso de moda en el mundo los espadriles que los campesinos usaban en los paisajes rurales españoles. Sin embargo, el reto era ahora diferente. “Este fue un proceso de exploración mucho más amplio, jugando con una paleta de color sin restricciones y con una gran variedad de texturas, eso sí, respetando totalmente el producto, que es un ícono de la moda europea. Para la nueva colección que ya estamos trabajando, fui más allá, y seguramente se sorprenderán con el resultado”, cuenta la diseñadora, quien asegura que estos trabajos conjuntos han hecho que se vuelva más recursiva, más creativa y, por supuesto, más versátil. Antonio Castañer también hace unos adelantos de lo que se avecina a raíz de este intercambio de ideas de diferentes latitudes: “Ahora se está preparando ya la segunda entrega de colección con materiales propios de Tcherassi combinados con los nuestros”.
Aunque Silvia ha explorado más profundamente el mundo del vestido, los zapatos nunca le han sido indiferentes. Esto lo ponen de manifiesto sus recientes colaboraciones con otras marcas de calzado en las que ha sabido desplegar y traducir ese universo que ella ha bautizado como “lujo casual”. Está convencida de que los zapatos son parte importante de un look y por lo tanto una prenda clave en términos de moda y diseño. “No me gustan los zapatos que pasan inadvertidos, me gustan los que tienen protagonismo y que, siguiendo mis códigos de estilo, generen un contraste”, sentencia la barranquillera, para quien los accesorios ocupan cada vez menos un lugar marginal y se convierten en un componente también protagónico del universo de moda Tcherassi.
Justamente, plasmar fielmente ese ADN que conforma cada uno de los objetos que diseña es lo que ha permitido que esta creadora haya podido llevar su impronta a objetos inesperados: “Desde que mi marca evolucionó de la moda al estilo de vida con el Tcherassi Hotel y el Tcherassi Home Collection, la dimensión cambió por completo”, explica, acotando que se aventura ahora hacia una nueva proeza: “Como novedad, estoy explorando el mundo de las fragancias, que me seduce mucho y que empecé a experimentar con la línea del Tcherassi Hotel”.
Así, Silvia Tcherassi, de la mano de Castañer y de sus múltiples búsquedas, se convierte en el epítome de lo que es un diseñador hoy en día, un creador que no le tiene miedo a conquistar con su estilo terrenos desconocidos.