El complejo de Bochica
Por: Elvira
k href=“/css/style.css” type=“text/css” rel=“stylesheet”>www.susanayelvira.com Acepto que tengo el complejo de Bochica, el mismo que parece tener la modelo colombiana Johana Uribe quien supuestamente afirmó que los hombres colombianos no le servían. Johanita ya se patrasió y dijo que ella nunca había dicho eso, que lo que había dicho era que no había encontrado su príncipe azul, y que tal vez su hombre no estaba en Colombia. Se armó un boroló con las declaraciones de la modelo, e hirió de la manera más profundo el ego de los machos colombianos. Pobrecitos ellos, pero hasta cierto punto me identifico con la Uribe. Para los que no saben qué es el complejo de Bochica, acá va una descripción algo escueta pero al punto. Primero empecemos por la leyenda de Bochica, ¿quién era esta deidad que impartió su conocimiento sobre los chibchas? Cuenta la leyenda que descendió del cielo un hombre de pelo largo, barba blanca y ojos azul de Prusia, que civilizó a los chibchas. También se dice que fue él quien creó el Salto del Tequendama. Algunos historiadores dicen que Bochica fue el primer europeo que tuvo contacto con los Muiscas. Así pues, nació el complejo de Bochica, el culto al extranjero. No estoy diciendo que acá no haya hombres que valgan la pena, claro que casos se han visto y tengo varios amigos que serían el hombre perfecto si no fueran mis amigos. Pero desafortunadamente si reviso en mi archivo son poquísimos los que se salvan, y los que se salvan nacieron y viven a cientos de kilómetros de distancia de mi humilde terruño. He tenido varios chicos cuya lengua natal no es español y nunca han pisado el continente latinoamericano. Y para rematar, ninguno de mis criollos ha sido 100% criollos. Mis colombianos han sido, como quien dice, “half-breeds”. Por eso mi complejo no es infundado, no es un capricho, es el resultado de lo que me ha tocado. Yo no puedo decir que “no me den trago extranjero porque es caro y no sabe a bueno”, porque el schnapps me ha sabido más a bueno que el aguardiente. ¿Qué pasa entonces con muchos colombianos? Porque aclaro nuevamente que no son todos. La culpa es de las mamás. Los han consentido demasiado y les han inculcado más machismo que los propios papás. Crecen y les da miedo irse de la casa, claro que ni siquiera es miedo, la comodidad les puede. Son unos perfectos inútiles en cuestiones del hogar, no tienen ni idea de hacer arroz ni de poner a funcionar la lavadora. Tienen casi treinta años y siguen en la casa (con excepción de los que se van de su ciudad natal). Alguna vez, un tipo con el que estaba saliendo me preguntó si es que me la llevaba muy mal con mis papás para estar viviendo sola... esto no merece más comentarios. Claro que las cosas han cambiado un poco. Ya nos hemos desplatanizado un poco, aunque falta mucho camino por recorrer. No los culpo por querer quedarse en la casa de los papás hasta que los echen. De esta manera tienen todo el sueldo disponible para gastárselo como se les de la gana, no tienen que preocuparse por dejar destendida la cama, ni por pensar en qué carajos desayunar, porque por arte de magia el desayuno los espera todos los días. Es cómodo, pero ya llega un punto en que es necesario abandonar el nido. Los extranjeros (del primer mundo) son otro rollo. Ellos, por tarde a los veinte años están viviendo solos, no les da un yeyo cuando no encuentran comida preparada, simplemente la hacen. Son mucho más abiertos en todo, no buscan un reflejo de la mamá en la pareja, no están esperando a alguien que “los saque a vivir”, ni para sacar a vivir. Son autosuficientes, pueden hacer cualquier trabajo sin miedo a las consecuencias sociales, no esperan que uno esté con ellos todo el tiempo, respetan que uno tenga sus propios amigos que no necesariamente tiene que compartir, y pocas veces hacen escenas ridículas de celos. Tienen estilo, se visten chévere, y no es cierto que todos huelan mal ni que no se laven los dientes. Me gusta que hablen raro, que tengan un acentico rico, que me cocinen las viandas de sus países, que ayuden a lavar la loza, que usen Wranglers en vez de Chevignon, y que uno no tenga que visitar a los papás cada fin de semana. Tengo el complejo de Bochica y ya veré si llega a aparecer un colombianito que me haga cambiar de opinión. ¿Comentarios, dudas, propuestas, regaños? Escríbanos Y ahora estamos twittiando. Así que nos pueden buscar para saber qué estamos pensando: http://twitter.com/susanayelvira