La gripa

El catarro, gripa o influenza es más común en los niños que en los adultos. Esto se debe a que cuando nacen tienen pocas defensas, con lo cual, al empezar a mantener contacto frecuente con otros niños comienzan a aparecer los primeros malestares de este tipo, los más frecuentes, cuando asisten por primera vez a la guardería. Los estudios al respecto estiman que en el primer año de ingreso al jardín infantil pueden sufrir de ocho a diez gripas debido a los diferentes y nuevos gérmenes a los que están expuestos. Esto durará hasta que el pequeño vaya desarrollando un sistema de defensas a medida que crece.

No existe un remedio mágico que evite que tu hijo sufra de catarro. Es más, está comprobado que tenerlo es determinante en la formación de su sistema de defensas. No se debe aislar al niño porque esto sólo dará como resultado un mecanismo de defensas débil que en el futuro le traerá más inconvenientes. Lo que sí se puede hacer, es lavarle las manos con frecuencia y darle una buena alimentación. Por lo general, los episodios de gripa son pasajeros y se pueden sobrellevar con un buen cuidado en casa. Si el médico lo autoriza, el uso de acetaminofén ayudará a aliviar el malestar general.

Para tratar el catarro común los pediatras recomiendan:
Suministrar mucho líquido
Puesto que la gripa viene acompañada generalmente de fiebre, los médicos recomiendan darle de tomar al niño bebidas frías o al clima, ya que puede sufrir deshidratación. Las cosas frías, además, ayudan a aliviar los dolores de garganta que en la mayoría de los casos se dan debido a que existe una inflamación.

Despejar las vías respiratorias
Cuando hay gripa, la nariz se tapa porque se inflama la mucosa e impide el paso del aire. Los especialistas recomiendan el uso de suero fisiológico o solución salina, que ayudan a destapar los conductos de la nariz. Antes de hacerlo, debes consultar al pediatra para que éste te indique la cantidad necesaria. Se recomienda aplicar las gotas tibias para que la limpieza sea más rápida y efectiva.

Tips
Signos de alarma
- Si tu hijo sufre de asma y se le dificulta mucho respirar debido al catarro.
- Si presenta tos persistente y se le escucha un silbido en el pecho.
- Si la respiración es rápida y cortada.
- Si la fiebre es persistente y alta.

Remedios caseros
- Vierte 3 cucharaditas de raíz de jengibre molido en medio litro de agua hirviendo. Luego, ponla en un recipiente y hazle al niño un baño de pies. Éste favorece la transpiración y contribuye, a su vez, a que el organismo elimine toxinas.
- Disuelve una cucharadita de sal en medio litro de agua caliente; el niño debe hacer varias gárgaras al día con esta preparación, que actúa cuando la gripe va acompañada de garganta irritada.